Esta encuesta, la segunda hecha en Guatemala bajo el programa DHS, incluyó varias innovaciones tales como ampliar el intervalo de edad a 49 años, recoger información sobre peso y talla tanto para los niños como para las madres, la inclusión de preguntas sobre mortalidad materna y sobre SIDA, y el uso de un calendario para recoger información sobre uniones y uso de anticonceptivos.
El marco muestral de la encuesta fue el Censo de Población realizado en 1994 excluyendo El Petén. Las áreas censales fueron las unidades primarias de muestreo agrupadas por área urbana y rural en cada departamento y ordenadas de norte a sur. Dentro de cada estrato se seleccionaron las áreas censales con probabilidad proporcional al tamaño medido en número de viviendas. Para cada área censal seleccionada se hizo una selección sistemática de hogares con un intervalo de selección de hogares estimado de manera tal que la muestra fuera autoponderada dentro de cada departamento. El tamaño de la muestra permite estimaciones a nivel urbano y rural en las siete regiones y en los departamentos que fueron sobremuestreados, Chimaltenango, Ata Verapaz, Huehuetenango, Quiché y San Marcos.
El trabajo de campo se llevo a cabo de junio a diciembre de 1995. Seis de los equipos utilizados estaban integrados por entrevistadoras que hablaban idiomas indígenas. En los 14,615 hogares seleccionados se obtuvieron 12,403 entrevistas completas.
Entre las mujeres unidas, un 82% conocía algún método anticonceptivo y un 81% algún método moderno. El conocimiento era mucho más alto en áreas urbanas (92%) que en áreas rurales (74%), entre las mujeres ladinas (92%) que entre las mujeres indígenas (61%) y entre las mujeres con educación superior (100%) que entre las mujeres sin educación (65%). Tan solo un 38% de las mujeres había usado algún método moderno. Al momento de la encuesta, solo un 27% de las mujeres en unión se encontraban usando algún método moderno. El método más común era la esterilización femenina (14%).
Entre las mujeres que estaban usando anticonceptivos al momento de la encuesta, un 70% dijo haber obtenido el método de un proveedor privado. El proveedor privado más importante era APROFAM y el público el hospital público. Entre las mujeres que no se encontraban usando la principal razón mencionada fue el desconocimiento de algún método o de la fuente para obtenerlo.
La tasa de mortalidad infantil estimada para los diez años anteriores a la encuesta fue de 57 por mil nacidos vivos. Las tasas más altas se encuentran en el departamento de Chimaltenango (90 por mil) y a nivel nacional entre las mujeres sin educación (70 por mil). Entre los niños menores de cinco años, un 27% tenía bajo peso para la edad, y un 50% tenía baja talla para edad. Un 21% de los niños había tenido un episodio de diarrea en las dos semanas anteriores a la encuesta. La mayor prevalencia de diarrea se encuentra entre los niños de 6 a 23 meses de edad y entre los niños que viven en el área metropolitana.
Un 22% de las mujeres que manifestaron conocer el SIDA dijo tener alguna posibilidad de contraerlo. De estas un 9% dijo tener una probabilidad alta. Los porcentajes más altos de mujeres que dijeron tener grandes posibilidades de contraer la enfermedad se encuentran en Alta Verapaz (21%), entre las mujeres mayores de 30 años (11%), entre las mujeres solteras sexualmente activas (13%), y entre las mujeres unidas al momento de la encuesta (11%).
Datos disponibles
Los datos de esta encuesta los puede encontras haciendo click aquí.