Es
necesario obtener el consentimiento informado apropiado antes
de iniciar la investigación. Sin embargo, el consentimiento
informado no debe verse solamente como un requisito legal o reglamentario
sino como una obligación moral diseñada para
proteger los derechos humanos fundamentales de los participantes
en la investigación.
Por
lo general se requiere documentación escrita del consentimiento
informado. Sin embargo, es importante asegurarse de que el
posible participante ha entendido toda la información proporcionada.
La educación, madurez y medio cultural del participante
tienen un gran efecto en la capacidad de entender tal información.
El desafío
del consentimiento informado es dar información suficiente
para permitir la toma de decisión en función de
la información recibida y al mismo tiempo presentar esta
información de manera comprensible para el posible participante.
Se debe considerar el uso de materiales de apoyo, tales como folletos
o videos. En estudios en que los riesgos pueden ser altos, se
debe considerar la prueba en el terreno del proceso de consentimiento
informado antes del inicio del estudio. El
consentimiento informado debe obtenerse sin coacción ni
manipulación. El estatus cultural o intelectual especial
del investigador no debe influir en la decisión del
participante. En algunas circunstancias, es mejor que una tercera
persona sin interés directo en el estudio de investigación
obtenga el consentimiento informado. Los participantes vulnerables
pueden necesitar protección especial.
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