Marzo del 2005. 08:01 AM
Don Pancho, así se llamaba ese señor bromista y regañón a quien subimos al automóvil para llevarlo a su casa y allí realizarle las pruebas.
- "Don Pancho, ¿Le tomamos una fotografía?", le preguntó Jeremías, uno de los entrevistadores?
- "¿Qué? ¿Una fotografía? Hijo, déjate de esas cosas de mujercitas, que aquí hemos venido a trabajar!" replicó don Pancho al entrevistador, en medio de risotadas.
- "Hey flaco!", le gritó a Manuel, "Sí! Tú, Muerto de hambre! Con ese cuerpo, tú no aguantas un manotazo, eh?", bromeaba como si fueran grandes amigos.
Llegado cerca de su casa, Jeremías le ofreció ayudarle a bajar, a lo que don Pancho rechazó, dando un salto olímpico fuera del automóvil, como si fuera un resortes. Era muy ágil el amigo.
- "Don Pancho, ¿quiere que corramos hasta su casa para ver quién llega primero?", preguntó Jeremías al anciano, que en un abrir y cerrar de ojos, puso los pies en polvorosa, y salió disparado como una liebre, dejando una nube de polvo detrás de sí.