Un centro
de salud dirigido por una iglesia urbana se ha convertido
en una alternativa común para muchas personas que
se quejan de la deficiencia de los servicios y de la falta
de confidencialidad de las clínicas públicas.
Como investigador de los efectos de un nuevo programa de
administración de casos y orientación para
después de la prueba del VIH, el centro de salud
de la iglesia le parece a usted el lugar perfecto. El personal
está bien capacitado, está interesado en su
investigación y tiene experiencia en la puesta en
práctica de investigaciones similares con otras enfermedades.
El centro ya es el lugar preferido para pruebas del VIH
en la ciudad. Después
de conversar más detalladamente con el personal del
centro de salud, usted se entera de que no están
dispuestos a distribuir condones a los clientes después
de la prueba, inclusive a quienes obtengan resultados positivos
en la prueba del VIH. Aunque su estudio no requiere que
se distribuyan condones, usted está alarmado porque
el centro se niega a distribuir condones a clientes VIH
positivos que de este modo ponen a sus compañeros
sexuales en situación de riesgo de contraer el VIH.
Preguntas:
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¿Continuará
usted incluyendo este centro de salud en su estudio?
-
¿Hay
alternativas eficaces para proporcionar condones a los
participantes infectados?
-
El
estudio no depende del suministro de condones y sigue
siendo posible hacerla. ¿Tiene usted una obligación
moral con las participantes?
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