La
investigación con seres humanos es un privilegio,
no un derecho. Los investigadores y científicos
trabajan en el marco de la sociedad, y las normas de la
sociedad deben cumplirse en el contexto de las normas
de la ciencia y la investigación. Aunque en la
actualidad hay muchas pautas distintas para regular la
investigación con seres humanos, todas ellas comparten
los mismos principios fundamentales de la ética
de la investigación y cada una de ellas exige
de parte del investigador respeto por las personas, beneficencia
y justicia.
Sin
embargo, no es suficiente simplemente cumplir con la letra
de la ley. La comunidad investigadora debe esforzarse
por satisfacer o exceder las expectativas del espíritu
de las pautas. Al hacerlo, se antepone el bienestar del
participante a todo lo demás.