La
beneficencia hace que el investigador sea responsable del
bienestar físico, mental y social del participante
en lo que se refiere al estudio. La beneficencia también
se conoce como principio de no maleficencia.
Los riesgos
para una persona que participa en un estudio de investigación
se deben comparar con el posible beneficio para el participante
y la importancia del conocimiento que se va a obtener. En
cualquier caso, todos los riesgos se deben mantener al mínimo.
La
protección del participante es la principal responsabilidad
del investigador. Proteger al participante es más
importante que
- la
búsqueda de nuevo conocimiento
- el
beneficio científico que se obtendrá con la
investigación
- el
interés personal o profesional en la investigación.
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