Entrada 16. Disponibilidad de información y servicios de atención prenatal y postnatal.
Resumen:
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En la entrada anterior del blog, se encontró una asociación entre la información sobre sexualidad y afectividad recibida en la familia y el centro educativo, y el uso de métodos anticonceptivos. La información provista por las instituciones de educación ha estado respaldada por el el Plan Nacional de Educación para la Sexualidad del 2010 y el Programa de Estudio de Educación para la Afectividad y la Sexualidad Integral del 2012 (Fernández, 2022). Un error común es que estas políticas educativas se dirigían únicamente al tema de sexualidad; de hecho, se impartían lecciones sobre las responsabilidades durante el embarazo y el parto. Aún cuando estas políticas parecieran haber sido efectivas en general, el papel jugado por las familias en la provisión de este tipo de información sigue siendo frecuente y fundamental.
En este texto se analiza la asociación entre la búsqueda de servicios de salud prenatales y post-natales por un lado, y la información sobre afecto en la pareja, cuidados durante el embarazo, y las necesidades de atención por parte de ginecólogos (para las mujeres) o urólogos (para los hombres), según la Segunda y Tercera Encuestas Nacionales de Juventud.
A las mujeres con hijos o embarazadas se les preguntó si habían recibido atención prenatal, si habían participado en cursos con información prenatal, y si habían requerido atención psicológica pre y postnatal. Las Encuestas de 2011 y 2018 confirman una característica ya conocida del sistema de salud costarricense: casi el 100% de las mujeres reciben al menos una cita de atención prenatal, por lo que no hay diferencias entre los que recibieron información del centro educativo o de la familia, y los que no la recibieron, ni tampoco hay diferencias por año. Sí hubo un aumento en la participación de cursos prenatales entre los trabajos de campo de las encuestas. En 2011, el 70% de las mujeres fueron a este tipo de capacitaciones; en 2018, este porcentaje aumentó a casi 80%. No obstante, ni la información originada en los centros educativos ni la originada en la familia hacen diferencia en la participación en este tipo de cursos. En el comportamiento en el que sí se nota una diferencia entre las que recibieron información y las que no es en la búsqueda de atención psicológica, pero solo en 2018. En general en ese año, solo un 29% de las mujeres en dicho año buscó este servicio de salud, pero entre las que recibieron infomación en su centro educativo sobre visitas al ginecólogo y sobre cuidados durante el embarazo, este porcentaje aumentó a 44% y 42% respectivamente.
La información fue más relevante para incentivar a los hombres en la búsqueda de servicios de salud. En 2011, cerca de un 76% acompañó a su pareja a citas de atención prenatal. Más aún, entre los que recibieron información sobre afecto hacia la pareja, un 86% acopañaron a su pareja, mientras que los que no recibieron dicha información, el porcentaje baja a 73%. Además, entre los que sí recibieron información sobre atención médica especializada (urólogos) en sus centros educativos, un 88% acompañó a sus parejas a la cita prenatal y un 60% la acompañó a los cursos prenatales (frente a un 44% que acompañó a las parejas, entre los que no recibieron dicha información). La información sobre cuidados en el embarazo también está relacionada con un mayor acompañamiento de los hombres a las mujeres durante el parto: un 63% de los que recibieron esa información tuvieron dicho comportamiento, mientras que este porcentaje cae a 46% entre los que no recibieron la información. Quizá la asociación más importante es entre los que recibir instrucción sobre cuidados en el embarazo, pues entre los varones que aprendían al respecto, un 63% acompañó a la mujer durante la labor de parto; entre los que no aprendían sobre el tema, este porcentaje era de 47%
Ahora bien, en 2018, este tipo de información generó relaciones inesperadas. Los que sí recibieron información sobre cuidados médicos especializados más bien acompañaron en menor proporción a sus parejas en la atención prenatal (41%) que los que no la recibieron (80%). Por el contrario, si la familia comunicaba información sobre afecto a la pareja, la probabilidad de que un hombre acompañara a su pareja a atención prenatal era mayor (99%) que si la familia no abordaba el tema (78%).
Figura 1. Costa Rica, mujeres de 15 a 35 años: Proporción que buscaron servicios médicos prenatales y postnatales, según información recibida de centros eductativos y de la familia, 2011 y 2018.
Fuente: Encuestas Nacionales de Juventud 2011 y 2018.
Figura 2. Costa Rica, hombres de 15 a 35 años: Proporción que buscaron servicios médicos prenatales y postnatales, según información recibida de centros eductativos y de la familia, 2011 y 2018.
Fuente: Encuestas Nacionales de Juventud 2011 y 2018.
Conclusiones
La información sobre afectividad y embarazos provista por centros educativos y por la familia es vital para una correcta atención prenatal y postnatal. Los datos de las Encuestas Nacionales de Juventud de 2011 y 2018 revelan que esta información no fue tan relevante para incentivar a las mujeres a este tipo de comportamientos de salud preventiva. La excepción es en la búsqueda de apoyo psicológico prenatal y postnatal en 2018 (pero no en 2011), puesto que las mujeres que aprendieron sobre la atención ginecológica y sobre los cuidados en el embarazo en sus centros educativos fueron más proactivas en buscar este tipo de servicio de salud mental. Este hallazgo habla muy bien lo comprensivo que es la educación sobre afectividad y salud sexual y reproductiva en las instituciones de educación, pues aparentamente incentivan el bienestar mental y no solo el bienestar en el campo meramente de salud reproductiva.
Los centros educativos también parecen haber fomentado mejores comportamientos por parte de los hombres. En 2011, los que recibieron información sobre afectividad y sobre servicios médicos especializados (urología) tuvieron una mayor probabilidad de ofrecer acompañamiento a sus parejas; en 2018, esto relación beneficiosa parece haber desaparecido. Nuevamente, estos resultados muestran que ha sido beneficioso incluir estos temas en el currículum educativo, pues parece que los hombres se estaban involucrando más en la salud reproductiva de sus parejas.
Referencias
Fernández, M. L. P. (2022). Educación sexual en Costa Rica. Tensiones y avances en las primeras décadas del siglo XXI. Revista Estudios, (45).
Autor: Gilbert Brenes Camacho
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