En el mundo la esperanza de vida mostró a partir de mediados del siglo XIX un crecimiento exponencial, ya que se estimaba que antes de 1820 la esperanza de vida promedio era de 25 años; es a partir de 1950 cuando los avances médicos y sanitarios modernos se expanden rápidamente a naciones en desarrollo permitiendo así ganancias en calidad de vida y por ende mayor esperanza de vida. (Foro Económico Mundial, 2020). Menciona por su parte, la Organización de las Naciones Unidas (s.f.a) que: “La población mundial está envejeciendo: la mayoría de países del mundo están experimentando un aumento en el número y la proporción de personas mayores… El envejecimiento de la población está a punto de convertirse en una de las transformaciones sociales más significativas del siglo XXI, con consecuencias para casi todos los sectores de la sociedad, … A nivel global, la población mayor de 65 años crece a un ritmo más rápido que el resto de segmentos poblacionales… Para 2050, una de cada cuatro personas que viven en Europa y América del Norte podría tener 65 años o más. En 2018, por primera vez en la historia, las personas de 65 años o más superaron en número a los niños menores de cinco años en todo el mundo. Se estima que el número de personas de 80 años o más se triplicará, de 143 millones en 2019 a 426 millones en 2050…Todas las regiones han experimentado un aumento considerable en la esperanza de vida desde 1950. Al aumentar la esperanza de vida al nacer, la mejora en la supervivencia de las personas mayores explica la proporción cada vez mayor en la mejora generalizada de la longevidad.” En este contexto, el investigador Dan Buettner publica en 2005 un estudio sobre la esperanza de vida sobresaliente en cinco zonas a las cuales denominó “zonas azules” que representan lugares identificados en el mundo en los cuales existe una alta concentración de personas longevas, aquellas que superan los noventa y cien años de edad. Una de ellas se ubica en la Península de Nicoya en Costa Rica. Esta particularidad de superación de la esperanza estándar de vida al nacer (72,8 años a nivel mundial para el 2019 según las Naciones Unidas,) posiciona a estas poblaciones en un objeto de estudio relevante, con la finalidad de identificar los factores que les permiten gozar de una vida longeva y con calidad de vida. Algunos de los factores identificados por Dan Buettner (2005) como determinantes de la mayor longevidad de los habitantes de dichas zonas se vinculan con la salud física, alimentación y unidad familiar, entre otros, ante ello llama la atención que no se mencionen directamente factores económicos (niveles de riqueza altos) o tecnológicos, siendo así que para la sociedad resulte un objetivo deseable la transferencia a otras poblaciones de algunos de estos factores o estilos de vida exitosos que permitan generar una mejor salud y un mayor bienestar. Desde el punto de vista económico se identifica en este ámbito de las zonas de alta longevidad un campo de trabajo para la economía de la salud y la economía del comportamiento, ya que mediante el uso de sus herramientas se puede responder a las siguientes preguntas de investigación: ¿Cuáles son los factores determinantes de la mayor longevidad y calidad de vida de la población de Nicoya de Costa Rica identificada como de alta longevidad? ¿Qué comportamientos pueden ser replicados en otra población del país o en la misma para mantener esta particularidad a fin de obtener ganancias en su calidad de vida? ¿Qué tipo de incentivos y empujones se han utilizado en investigaciones similares y que se pueden aplicar para un diseño de un experimento para adoptar los comportamientos característicos de los habitantes de la zona de alta longevidad de Costa Rica en una nueva población sujeta a estudio o en la misma para mantener esta particularidad?
Realizar una revisión bibliográfica sistemática sobre el estado del arte relacionada con los estilos de vida de las personas habitantes en zonas de alta longevidad y particularmente de Nicoya en Costa Rica, para el desarrollo de una estrategia metodológica e instrumentos que posibiliten una propuesta de investigación futura desde la teoría de la economía conductual.
1. Efectuar una revisión sistemática sobre la literatura científica relacionada a los estilos de vida exitosos en zonas de alta longevidad.
2. Analizar las diferentes metodologías aplicadas desde la teoría de los “empujones” en ganancias de calidad de vida, para seleccionar una estrategia metodológica e instrumentos para un futuro proyecto.