Demografía y pensiones de lujo.
RESUMEN
- El futuro de las pensiones de lujo depende de la demografía de sus beneficiarios
- De los 80 pensionados de lujo reportados en el 2016, 30 ya han fallecido y se espera que 15 personas más fallezcan cuando concluya la administración Chaves Robles.
- Entre el grupo de 77 excongresistas con pensiones de lujo, el 80% tiene 80 años o más de edad, por lo que al final de la Administración Chaves Robles, este grupo se reducirá en un 80%: solo quedarían 47 personas.
- La mayoría fallecerá en los próximos 8 años.
- Las políticas públicas tomadas en el pasado para eliminar las pensiones de lujo requieren tiempo para concretar su objetivo final, porque dependen de las características demográficas de sus beneficiarios.
La administración Chaves Robles ha planteado como uno de sus “caballos de batalla” el combate a las llamadas “pensiones de lujo”. Entre las acciones que se proponen, se puede citar el inicio de procesos de lesividad contra exdiputados que reciben montos altos de estas transferencias o la consulta de constitucionalidad ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Los montos de estas transferencias son considerados excesivamente altos al ser mayores que el monto máximo de una pensión del Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), a pesar de que el período de cotización no siempre es suficientemente largo. Estas diferencias han generado malestar entre varios grupos de costarricenses, particularmente aquellos con ingresos menores.
Para comprender el tema de las pensiones en una sociedad es importante conocer su contexto demográfico. Los sistemas de transferencias por jubilación se empiezan a conformar en su versión moderna durante el siglo XIX, en Europa, siguiendo la influencia del modelo alemán promovido por el canciller Bismarck. Estos sistemas estaban basados en la modalidad de reparto: la población joven cotizaba para un fondo que era usado para poder pagarle la pensión a las personas de edad avanzada. El supuesto original de las transferencias por jubilación es que las personas adultas mayores son más vulnerables a la pérdida del empleo, a la enfermedad y a la muerte. Los sistemas de reparto eran sostenibles en el pasado debido a que había una numerosa “reserva” (“stock”) de gente joven en el mercado laboral que podía financiar el fondo, y a la vez eran relativamente altos los niveles de mortalidad entre las personas de más edad. Actualmente hay preocupación por la sostenibilidad de los sistemas de reparto (como el del IVM) porque la proporción de gente joven se ha reducido (debido a la menor natalidad) y porque los avances médicos han permitido que las personas adultas vivan cada vez más tiempo; a este fenómeno en el cambio de estructura por edades de una sociedad se le denomina envejecimiento poblacional.
A pesar del avance en el envejecimiento poblacional de Costa Rica, las tasas de mortalidad más altas entre personas mayores implican que los años en que un costarricense puede gozar de una pensión son limitados. Usando las probabilidades de muerte por cohorte que se encuentran en el sitio web de la SUPEN, se puede estimar que un costarricense que empiece a recibir una pensión a los 65 años va a durar 20 años más gozando de dicha transferencia (22,5 años si es mujer y 18,1 años si es varón). Sin embargo, 15% de estas personas fallecerá antes de cumplir los 75 años: o sea, uno de cada siete durará menos de 10 años recibiendo la pensión.
Ahora bien, los “pensionados de lujo” son en promedio más viejos que el resto de jubilados, por lo que estas cifras de duración se reducen. Para hacer el análisis demográfico, se tomaron dos listas de “pensionados de lujo”: la suministrada por Amprensa el 16 de diciembre de 2016 (amprensa.com/2016/12/conozca-las-100-pensiones de lujo-mas altas) y la publicada por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en agosto de 2022 referente a exdiputados (mtss.go.cr/prensa/comunicados/2022/agosto/lista_pendiones_diputados.html).
De la primera lista, se analizaron 80 personas pues se excluyeron a los exmagistrados porque se expusieron en una lista aparte. En total, había 50 personas de sexo masculino y 30 de sexo femenino. A junio de 2016, la edad promedio de estos 80 costarricenses era de 78,7 años: 82 años entre los hombres y 73 años entre las mujeres. Es interesante notar que a junio de 2022 –6 años después de presentada la lista– ya habían fallecido 30 personas (38%). A finales del gobierno de Rodrigo Chaves (2026) se espera que 15 personas más hayan fallecido: Solo quedarían 23 de los 80 nombres expuestos en 2016, la mayoría mujeres (17 vs. solo 6 varones). Para el 2035, solo quedarán 13 personas.
La segunda lista contiene algunas personas que ya se habían incluido en la lista de 2016. En total, hay 77 excongresistas: 38 hombres con una edad media de 87,3 años y 39 mujeres con una edad media de 83,7. Nótese que estas personas son en promedio más viejas que el grupo anterior. Esto se debe a que ya desde 1992 se cerraron los regímenes que generaron pensiones de lujo con cargo al Presupuesto Nacional: El Régimen Transitorio de Reparto del Magisterio Nacional y los regímenes de la Dirección Nacional de Pensiones (radios.ucr.ac.cr/2022/07/doblecheck/pensiones-de-lujo-enganoso-discurso-gobierno-chaves). Se espera que, para el final de la Administración Chaves Robles, este grupo se haya reducido en un 40%: solo quedarían 47 personas (21 varones y 26 mujeres). Dentro de 10 años (junio de 2032), ya habrán fallecido 5 de cada 7 “pensionados de lujo”. Nótese también que la reducción más fuerte ocurre en los próximos 8 años (Gráfico 1) debido a que casi el 80% de estos pensionados de lujo tienen 80 años y más (un número parecido a la esperanza de vida del país en 2022), mientras que apenas 3 son menores de 70 años.
Aunque para algunos lectores estos plazos pueden parecer largos, nótese que no lo son tanto si se comparan con los años promedio de goce de una jubiliación para un recién pensionado con la CCSS en el Régimen de IVM. Las personas con pensiones de lujo tienen avanzada edad por lo que el sistema que los generó tenderá a desaparecer en unos años. En general, es un hecho que en el pasado los Gobiernos de Costa Rica sí han promulgado políticas públicas para disimuir el peso de las “pensiones de lujo” en el presupuesto nacional ya sea vía derogatoria o vía impuestos, pero dichas políticas púbicas dependen de la demografía para lograr completamente su objetivo en el mediano plazo.
(Por Gilbert Brenes Camacho)
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