Desigualdad percibida de ingreso y salud
Resumen:
- Costarricenses nacidos entre 1945 y 1955 y que perciben que su situación socioeconómica relativa desmejoró a través de sus vidas tienen más probabilidades de fallecer que los compatriotas que sienten que su nivel de vida mejoró, sobre todo debido a enfermedades cardiovasculares, a causas relacionadas con el alcoholismo y a cáncer.
- Estos costarricenses que podrían estar enfrentándose a la desperanza tienen más probabilidades de estar discapacitados, fumar, setirse solos, sentirse estresados y de tener síntomas depresivos.
La desigualdad en la obtención de ingreso y en la tenencia de riqueza es un claro indicador de que la dinámica económica de una sociedad favorece a unas personas más que a otras. Está fuertemente asociada con la pobreza y con problemas de acceso a las oportunidades en el mercado laboral. En el campo de la salud pública, hay creciente evidencia de que la desigualdad económica conduce a una menor esperanza de vida y a una mayor presencia de enfermedades crónicas y de violencia. Investigadores británicos explican que, en un escenario de desigualdad de ingreso, las personas que ganan menos tienden a compararse con las personas que ganan más (Marmot y Wilkinson, 2001); esto les produce estrés y frustración, lo que los lleva a tener estilos de vida poco saludables que se traducen en más riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y mayores tasas de muerte, sobre todo por causas externas (suicidios, homicidios, accidentes, etc.). En EEUU, se ha acuñado el término de “muertes por desesperanza” (Case y Deaton, 2015) para referirse a un crecimiento en las tasas de muerte entre personas de edad mediana (entre 40 y 65 años) pues consideran que una proporción importante de estadounidenses se siente en desventaja económica con respecto de sus compatriotas, y por esta disconformidad han tenido una mayor probabilidad de morir debido a suicidios, alcoholismo o envenenamiento.
Costa Rica se ha caracterizado por tener diferenciales socioeconómicos leves o contradictorios en las tasas de muerte en edades avanzadas. No obstante, los datos de la encuesta CRELES muestran que la creciente desigualdad económica podría estar afectando la salud de algunos costarricenses que nacieron entre 1945 y 1955 y que tenían entre 55 y 65 años cuando fueron entrevistados. La probabilidad de fallecer entre aquellas personas que consideraban que su nivel ha empeorado a través del tiempo se multiplica por 3.8 veces comparada a aquellas personas que perciben que su condición mejoró. En general, los “desesperanzados” tienen casi 3 veces más probabilidades de morir por causas cardiovasculares o por causas relacionadas con el consumo de alcohol, y 5 veces más probabilidades de morir por cáncer. También tienen 66% más de proabilidades de experimentar discapacidad.
Figura 1. Costarricenses de 55 a 65 años: Probabilidad de morir año y medio después.
Este mayor riesgo de mortalidad está aparentemente relacionado con estilos de vida porque, comparados con las personas que sienten que su situación socioeconómica mejoró, aquellos que perciben que su situación empeoró tienen más probabilidades de fumar tabaco, de no tener amigos, de percibir estrés debido a presiones financieras y de presentar síntomas depresivos. Curiosamente esto también ocurre entre aquellas personas que sienten que su situación ha sido mala tanto en el pasado como en el presente.
Estos resultados sugieren que la creciente desigualdad en ingreso en Costa Rica podría estar causando problemas de salud, sobre todo si esa desigualdad es percibida por los habitantes del país. Una distribución más equitativa de los recursos económicos podría tener incidencia en una disminución en las tasas de mortalidad en edades intermedias, fortaleciendo el papel de líder en esperanza de vida que tiene Costa Rica en el contexto latinoamericano.
Autor: Gilbert Brenes Camacho
Referencias:
Marmot, M., y Wilkinson, R. G. (2001). Psychosocial and material pathways in the relation between income and health: a response to Lynch et al. BMJ: British Medical Journal, 322(7296), 1233.
Case, A., & Deaton, A. (2015). Rising morbidity and mortality in midlife among white non-Hispanic Americans in the 21st century. Proceedings of the National Academy of Sciences, 112(49), 15078-15083.
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