¿Seremos, nosotros los costarricenses, menos? (¿Llegaremos a los 5 millones de personas contadas?)
Por Gilbert Brenes Camacho.
Resumen:
En Costa Rica actualmente, la población podría tener 140 mil personas menos de las que se reporta en las proyecciones oficiales.
- Esta menor población se podría deber a menores números de nacimientos e inmigrantes, y un mayor número de defunciones.
- Algunos indicadores socioeconómicos cambian al modificarse la población base en sus respectivas fórmulas: se tendría un mayor PIB per cápita y una mayor cobertura de vacunación que la reportada.
- El tamaño de la población de Costa Rica nunca llegará a los 6 millones de habitantes, si se mantienen los comportamientos poblacionales observados.
Los cambios poblacionales experimentados en los últimos 11 años hacen prever que el tamaño de la población del país podría ser menor de lo que indican las actuales proyecciones. Los conteos y censos de población permiten aproximarse a esta cifra. El próximo Censo de Población y Vivienda de Costa Rica está planificado para ejecutarse en junio de 2022 por el Instituto Nacional de Estadística y Censos, INEC. Originalmente planeado para 2021, no se pudo llevar a cabo por el contexto de la pandemia de COVID-19 y las restricciones presupuestarias por la crisis fiscal. Este gran proyecto país del INEC nos permitirá comprender mejor las dinámicas demográficas de la última década.
¿Y por qué podríamos ser menos de lo que las estadísticas oficiales reportan? La primera entrada de este blog busca anticipar una cifra aproximada de cuántas personas hay actualmente en Costa Rica y cuál podría ser el resultado principal del censo, a partir de los métodos demográficos empleados para evaluar la cobertura.
La primera figura muestra cuántos eran los nacimientos y defunciones que se preveía que iban a ocurrir en Costa Rica entre 2011 y 2021, y cuántos ocurrieron realmente. Durante este período hubo aproximadamente 57 500 nacimientos menos que lo que esperaba la proyección, debido a la baja en la fecundidad en Costa Rica, asociada probablemente a la crisis económica y más recientemente a la combinación de este contexto económico con la pandemia por COVID-19. Este decrecimiento en la fecundidad podría reflejar ya sea la decisión de aplazar el criar hijos hasta que no se tengan las condiciones financieras necesarias, o bien, a una actitud cada vez más creciente de no tener hijos del todos. Además, a partir de 2016, han ocurrido más defunciones que las esperadas, y este exceso de muertes se acrecentó a partir de esta pandemia. Durante estos últimos 11 años, se dieron 11 mil defunciones más que las esperadas. Recordemos que menos nacimientos y más muertes implican un menor crecimiento de la población.
El otro componente del cambio poblacional es la migración: cuántos inmigrantes entran al país y se quedan residiendo, y cuántos habitantes de Costa Rica deciden emigrar. En nuestro territorio, la inmigración siempre ha sido más importante numéricamente que la emigración, por lo que el saldo neto migratorio –el número de inmigrantes menos el número de emigrantes– ha sido generalmente positivo desde hace 50 años. En otras palabras, Costa Rica ha venido siendo un país atractivo para los extranjeros. EEUU ha sido tradicionalmente el país preferido para los emigrantes ticos pero los hechos asociados a la pandemia y a las políticas migratorias de la administración Trump sugieren que, al menos durante los últimos 6 años, la emigración se redujo considerablemente. En cuanto a la inmigración, hay indicios de que esta también se redujo. El número de nacimientos de madres extranjeras en 2020 es prácticamente el mismo que en 2011; igual sucede con la matrícula de estudiantes extranjeros. Solo las defunciones de personas extranjeras han venido creciendo a un ritmo de 3% anual, pero esto se puede deber a que la población nacida fuera de nuestras fronteras también está envejeciendo. Por consiguiente, es factible suponer que la inmigración y la emigración “permanentes” han sido cuantitativamente menores que en decenios anteriores.
Si actualizamos los indicadores de mortalidad y fecundidad con los datos reportados por el INEC, y suponemos que el saldo neto migratorio ha sido cercano a 0 durante el período 2011-2021, podríamos suponer que al 1 de enero de 2022 la población de Costa Rica era de aproximadamente 5 047 000 personas en lugar de las 5 188 000 estimadas para la misma fecha.
Ahora bien, se sabe que –pese al gran esfuerzo que tradicionalmente realiza el INEC– siempre hay un porcentaje de la población costarricense que no es enumerada en el censo. En 2011, esta cifra de omisión censal fue cercana al 6%. Si esta proporción se vuelve a dar en 2022, posiblemente el INEC va a lograr enumerar a cerca de 4 744 000 personas. Esta cifra no quiere decir que el país no llegó a los 5 millones de personas, sino que se logrará contar a menos de 5 millones durante el operativo censal.
Implicaciones de estos cálculos.
La primera implicación de una menor cifra poblacional es que algunos indicadores sociales y económicos posiblemente se tengan que corregir. Por ejemplo, el producto interno bruto per cápita para 2021 será de US$12 149,3 en lugar de US$11 848,4, o sea, un 2,5% mayor. Además, la cobertura de vacunación con dos dosis al 22 de marzo de 2022 sería de 78,2% en lugar de 76,3%.
Este menor crecimiento puede haber sido diferente según provincias, cantones o distritos. Algunos de estos lugares podrían estarse enfrentando a un despoblamiento o reducción acelerada de su población. Se requeriría más tiempo para realizar este mismo ejercicio a nivel cantonal.
Adicionalmente, estas cifras nos permiten también actualizar un poco los cálculos para el futuro: las proyecciones de población. El INEC –en conjunto con el CCP– había proyectado que la población de Costa Rica iba a llegar a ser de un máximo de 6 178 000 habitantes aproximadamente en el 2064. Las cifras actualizadas sugieren más bien que, Costa Rica muy probablemente nunca llegue a tener 6 millones de habitantes: el máximo podría ser de 5 792 000 para el 2054 –¡10 años antes!–, y a partir de ese año, la población de Costa Rica podría empezar a decrecer.
Estos cálculos fueron realizados de manera preliminar y con supuestos no consultados con otros expertos. El INEC realizará estimaciones más precisas a su debido tiempo y con el apoyo de distintas instituciones (entre ellas el CCP), por lo que estas cifras podrían cambiar. No obstante, estas diferencias potenciales le otorgan más importancia a la necesidad de realizar el Censo en este 2022, con el experimentado liderazgo del INEC. Personalmente, se le agradece a la Diputada Yorleny León el haber promovido el proyecto de ley para que el INEC pudiera tener el financiamiento completo para realizar el censo este año.
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