Los subsidios en efectivo para la
nutrición materno-infantil y el uso de la planificación familiar en la Honduras rural:
¿Existen efectos adversos cruzados en los programas?
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Antecedentes
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Métodos
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Resultados
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Evidencia de necesidad no satisfecha de planificación
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Los subsidios en
efectivo para la nutrición materno-infantil y el uso de la planificación familiar en la
Honduras rural: ¿Existen efectos adversos cruzados en los programas?
1. Antecedentes
En 1990, el
gobierno de Honduras, con apoyo financiero del Banco Mundial, USAID y otros donantes,
inició el Programa de Asignación Familiar, a nivel nacional. El programa daba asistencia
nutricional por medio de transferencias en efectivo para grupos nutricionalmente
vulnerables. El programa trataba de fomentar la asistencia escolar y el uso de servicios
de salud materno-infantil (MCH) vinculando la elegibilidad para los bonos a la asistencia
continua y/o adherencia a horarios de servicio MCH prescritos. El componente del Bono
Materno Infantil (BMI) examinado en este estudio estaba dirigido a niños malnutridos
menores de cinco años y mujeres embarazadas y en período de lactancia en algunas
comunidades seleccionadas.
La introducción de programas de bonos en Honduras produjo controversia
sobre posibles efectos no intencionales del BMI en otros esfuerzos de programas de salud
pública, especialmente la planificación familiar. El potencial de que un programa social
afecte los resultados de un programa diferente se como "efecto cruzado". Tales
efectos pueden funcionar en beneficio o detrimento de cualquiera de los programas o de
ambos. En este caso, se sospechaba que se trataba de efectos en detrimento de los
programas.
Algunos funcionarios de salud y planificación familiar estaban
preocupados de que el BMI podría estar teniendo un efecto adverso sobre los servicios de
planificación familiar y las conductas anticonceptivas en tres maneras: (1) ¿Servirían
los subsidios en efectivo como subsidios para los costos de crianza de los hijos,
elevando, entonces, la demanda de hijos? (2) ¿Querrían las mujeres embarazarse poco
después del año prescrito para lactancia para volver a calificar para los bonos?
Finalmente, (3) ¿serían las tareas administrativas asociadas al programa un recargo para
el personal del centro de salud y una interferencia a su capacidad para proveer servicios
de planificación familiar? Dado que las mujeres del grupo objetivo estaban en sus
primeros años reproductivos, varias características del programa BMI eran motivo de
preocupación. Por ejemplo, el número de beneficiarios potenciales por vivienda no estaba
limitado. Puesto que los beneficios en efectivo del programa podían ser utilizados para
otros propósitos distintos a la compra de alimento, podía hacer que la participación en
el programa resultara muy atractiva para una gran cantidad de mujeres. En este estudio,
los investigadores en evaluación buscaban posibles efectos "cruzados" del
programa BMI en el uso de anticonceptivos, en las preferencias de fecundidad y en los
niveles de fecundidad entre los beneficiarios del programa.
2. Métodos
Para medir estos efectos potenciales, se usó un diseño de
estudio cuasi-experimental para comparar tres grupos: (1) las beneficiarias del programa
BMI, (2) las beneficiarias del Programa de Alimentación Materno Infantil (PAMI), un
programa de ayuda alimentaria de CARE International y (3) mujeres en municipalidades
socio-económicamente comparables que no estaban recibiendo asistencia alimentaria
relacionada con el MCH.
Los datos fueron recolectados usando tres protocolos de encuestas. Un
cuestionario del Centro de Salud produjo información sobre la infraestructura del
establecimiento, el equipo y los suministros, el personal, los servicios ofrecidos y una
valoración limitada de la calidad del servicio de planificación familiar. Un
cuestionario sobre la comunidad recogía información sobre los sujetos de estudio a nivel
individual, incluyendo antecedentes socio-económicos y composición de la vivienda,
experiencia en crianza de hijos e intenciones de fecundidad, uso pasado y vigente de
anticonceptivos, uso de servicios de planificación familiar y recibo de ayuda alimentaria
y otros beneficios de programas de ayuda social. Los datos fueron recogidos en 60
establecimientos de salud, 345 comunidades y 1019 viviendas. Los investigadores compararon
la conducta reproductiva y anticonceptiva de los tres grupos experimentales, controlando
las características individuales, de vivienda y de comunidad en un modelo de regresión
múltiple.
3. Resultados
No se halló evidencia precisa de la existencia de un
efecto cruzado del programa BMI sobre los esfuerzos de los programas nacionales de
planificación familiar en Honduras. Al controlar estadísticamente otros factores, la
fecundidad reciente de las beneficiarias de programas BMI no fue diferente de la de las
mujeres que no habían recibido ayuda alimentaria. Lo mismo ocurrió respecto al deseo de
tener más hijos, al uso de anticonceptivos modernos y las intenciones de usar
anticonceptivos en el futuro. La única evidencia de un posible efecto pro-natalista del
programa BMI fue que se reportaron mayores tamaños ideales de familia entre las
participantes en el programa BMI. Sin embargo, las participantes del programa BMI también
tenían un mayor tamaño promedio de familia que las que no participaban en ese programa y
las mujeres entrevistadas en encuesta raramente declaran un tamaño familiar ideal menor
que su tamaño familiar real. Por lo tanto, las respuestas de las participantes en el
programa BMI tienden a reflejar estas diferencias preexistentes en el número de hijos.
Los datos de la encuesta mostraron que no había evidencia de efectos adversos del
programa BMI sobre la calidad de los servicios de planificación familiar ofrecidos en los
establecimientos del Ministerio de Salud, a pesar de la carga administrativa adicional
para el personal que significaba el programa BMI. Los datos sobre la calidad del servicio
recolectados a través de observaciones de las interacciones proveedor-cliente y de las
entrevistas de salida, mostraron que estas se centraban en el intercambio de información
y estaban de acuerdo con los lineamientos de la provisión de servicios. Estos datos
indicaron un nivel moderadamente elevado de calidad del servicio.
Cuadro 1
Características seleccionadas de los participantes del estudio BMI y PAMI y del grupo
control |
|
BMI |
PAMI |
Control |
Porcentaje de mujeres embarazadas
en ese momento** |
13.0 |
20.0 |
9.6 |
No deseaba el último embarazo
(%) |
40.9 |
40.7 |
36.7 |
Número ideal de hijos* |
4.24 |
3.78 |
3.87 |
Porcentaje que en ese momento usa
un método moderno |
14.5 |
13.9 |
10.7 |
* p < .05, ** p < .01
|
4.Evidencia de demanda insatisfecha de
planificación familiar
Aunque no se encontró evidencia de efectos cruzados, los
datos sí revelaron niveles relativamente altos de demanda insatisfecha de planificación
familiar en todas las comunidades estudiadas. El uso de anticonceptivos modernos en
estas comunidades es bastante bajo, cerca del 13%, pero poco más del 84% de las mujeres
en el estudio reportaron no querer más hijos o desear espaciar el próximo hijo al menos
por dos años. El nivel de fecundidad no deseada resulta alto, con un 61% de entrevistadas
que reportan que su último hijo no fue deseado o se dio a destiempo. Los investigadores
estimaron que la necesidad insatisfecha de planificación familiar fue alta, estimada en
un 71% entre las mujeres entrevistadas en el estudio.
Este resumen se basa en el siguiente informe del proyecto EVALUATION: Magnani,
Robert J., H. Gilman McCann, David R. Hotchkiss, Marguarita Suazo y Suyapa Pavon, 1996.
"Los efectos de los subsidios en efectivo para nutrición materno-infantil sobre el
uso de anticonceptivos en la Honduras rural". Chapel Hill, Carolina del Norte:
Proyecto EVALUATION.
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