Trabajadores Agrícolas Migratorios en la
Frontera Guatemala/ México.
Sandra Herrera
Entre enero y febrero, 2003 este proyecto de investigación encuestó a 500 trabajadores agrícolas en dos puntos fronterizos del departamento de San Marcos, Guatemala que colindan con la frontera sur de México.
Algunos de estos resultados plantean una variación en las principales actividades agrícolas que se concentran actualmente en: café, papaya, caña de azúcar, plátano, fruta (mango y naranja), tabaco, tomate y maíz.
Que las principales razones para ir a trabajar a México son: que existe falta de trabajo en Guatemala, que el salario mínimo en el campo es más alto en México que en Guatemala, por falta de alimento en Guatemala, por falta de dinero en economías de subsistencia, por la jefatura femenina de los hogares, por cercanía a México en relación a otras partes productivas de Guatemala, inclusive por la fuerza consuetudinaria de los contactos culturales fronterizos.
Que algunos de ellos antes de partir a México ya llevan deudas con familiares, vecinos, amigos, prestamistas, instituciones de desarrollo, bancos, y dueños de tiendas de abarrotes. Y que esas deudas les han servido para cubrir el costo del viaje a México, enfermedades de la familia, dinero para la familia que se queda en Guatemala, crianza de animales domésticos, vestuario, mejoramiento de la construcción, inclusive para cubrir fiestas tradicionales de su cultura.
En que los malos tratos que reciben los trabajadores agrícolas son entre algunos: agresiones físicas, acoso sexual, insultos étnicos, engaño sobre las condiciones laborales y salariales, horarios extraordinarios nocturnos y días de descanso, robo, estafa, dejarlos perdidos en territorio desconocido y amenazas con tentativa de la vida.
Que quienes causan esos malos tratos son: patronos, caporales, administradores de las fincas, mayordomos y contratistas.
Lo más difícil de viajar a México es: tener que viajar a las fincas de México sin dinero, dejar sola la casa y pertenencias por varios meses, soportar las inclemencias del clima, no dejar dinero a la familia que se queda en Guatemala, cruzar la frontera, la forma en que se duerme entre tanta gente en las fincas, dejar a los hijos y a los enfermos, la tristeza y el miedo, falta de comunicación con la familia, trabajar en lugares desconocidos, viajar con toda la familia incluyendo hijos menores de dos años, la falta de apoyo de las autoridades mexicanas y guatemaltecas, y estar en país ajeno sin poder reclamar derechos.
Testimonios de los trabajadores agrícolas dan cuenta de la profunda necesidad económica de agenciarse de monetario para poder satisfacer los más mínimos requerimientos de subsistencia para ellos y sus familias. De lo contrario, la migración sería una opción completamente voluntaria.
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