Cuando se analizan con profundidad los aspectos biológicos, sociales y emocionales que rodean al aborto, se debe concluir que siempre es la expresión del fracaso de una de las más trascendentes y asombrosas funciones del ser humano. En este sentido, la pérdida del embarazo en sus etapas tempranas, tiene conotaciones muy importantes desde el punto de vista personal, familiar, y de la comunidad ya que genera, no sólo una condición de duelo en la mujer, sino que, además, puede ser la causa de complicaciones graves que comprometan la función reproductora e incluso determinar la muerte materna con una estela de problemas que impactan profundamente en la familia y en la sociedad.
Por desgracia es una experiencia traumática para la mujer, aun en el mejor de los casos, y es injusto que a este trauma inicial se agreguen otros por la pésima manera como muchas veces se resuelve el problema médico en nuestro medio, en donde las complicaciones previsibles ocurren más frecuentemente de lo esperado.
A fin de establecer un marco que determine la magnitud del problema en México, se puede calcular que en el país ocurren aproximadamente 4'200,000 embarazos por año, de los cuales sólo llega al término de la gestación el 60%; el resto, es decir, 1'700,000 embarazos se pierden en sus etapas tempranas. En este orden de ideas, es conveniente señalar que los cálculos más conservadores sugieren que la mitad de estas pérdidas se refieren a abortos inducidos y que aproximadamente 850,000 son de abortos espontáneos.
Desde el punto de vista de la prestación de servicios de salud se puede establecer que una de cada tres de estas mujeres, requieren hospitalización, por lo que el número de camas que se ocupan al año por este concepto, prácticamente alcanza las 600,000; es decir más de 1,500 diarias. En este sentido aun sólo tomando en cuenta este rubro, destaca la importancia del aborto como problema de salud pública, cuya vigencia persistirá por mucho años a pesar del éxito en las campañas de planificación familiar ya que, si se observa la pirámide poblacional de México, aproximadamente 45% de la población tiene 15 años o menos y las expectativas para el año 2,000, en cuanto a la tasa global de fecundidad, de fecundidad general y bruta de reproducción, muestran curvas con tendencia a la horizontal.
Sólo unas cuantas reflexiones son pertinentes en este trabajo, respecto al aborto inducido en México. En un estudio reciente, las causas que se aducen más frecuentemente como determinantes para la decisión de interrumpir voluntariamente el embarazo revelan que el motivo en el 76% de los casos se relaciona con bajos recursos económicos, en el 70% tiene que ver con el tamaño excesivo de la familia y en el 68% involucra un nivel educativo pobre.
La misma encuesta mostró que un poco más de la mitad de las mujeres tenían entre 26 y 40 años de edad, también la mitad eran amas de casa, y sólo el 19% trabajadoras.
Es importante señalar que en una tercera parte de los casos, fueron médicos quienes procedieron a la interrupción del embarazo, en el 20% comadronas, y que la misma mujer lo realizó en el 19% de las veces.
Desde el punto de vista médico se deben considerar ocho formas clínicas que ayudan a sistematizar su estudio y favorecen la elección terapéutica adecuada. Por la naturaleza de este trabajo, solo se enlistan: amenaza de aborto, aborto incompleto, aborto en evolución, huevo muerto y retenido, aborto completo, aborto inevitable, diferido e infectado.
Cuando se aglutinan todas las formas clínicas se debate mucho respecto a la frecuencia del aborto: En el curso de los últimos años, se ha sugerido que las cifras clásicamente consideradas parecen ser bajas ya que los progresos alcanzados con las técnicas de reproducción asistida han permitido identificar un número no despreciable de pérdidas que ocurre en etapas tan iniciales de la gestación que pasan prácticamente desapercibidas para la mujer.
Una idea de la magnitud con que ocurre el aborto, se muestra en el siguiente cuadro.
Año | 1988 | 1989 | 1990 | 1991 | 1992 |
Total | 583 | 552 | 535 | 478 | 502 |
Egresos (adultos) | 6.5 | 5.9 | 5.3 | 5.0 | 51.0 |
Partos | 16.7 | 15.3 | 14.8 | 14.7 | 14.5 |
Nacidos Vivos | 9.8 | 8.9 | 8.0 | 7.9 | 8.0 |
Estas proporciones no pueden extraponerse a la población en general ya que la atendida en el Instituto tiene características especiales, pues centra sus criterios de atención con base en riesgo.
Como se ha señalado en párrafos anteriores, las complicaciones de esta patología son responsables, no pocas veces de la pérdida grave de salud en la mujer que las padece. Por orden de frecuencia y de gravedad se pueden mencionar a la hemorragia genital grave, la infección con sus distintos niveles, desde endometritis a pelviperitonitis, la coagulación intravascular diseminada, la lesión física a los órganos genitales, como perforación uterina y en consecuencia la probabilidad de daño a estructuras vecinas.
El análisis del lugar que ocupa el aborto dentro de la morbilidad en la consulta de primera vez, en una institución de tercer nivel como el Instituto Nacional de Perinatología, demuestra su importancia clínica. La revisión anual de los últimos 5 años en el Instituto, relacionada con el lugar que ocupan algunas entidades como motivo de consulta obstétrica de primera vez, se manifiesta en el siguiente cuadro.
1988 | 1989 | 1990 | 1991 | 1992 | |
Menor de 17 años | 2 | 2 | 2 | 2 | 2 |
35 años o mayor | 3 | 1 | 1 | 1 | 1 |
Antecedentes de diabetes | 6 | 3 | 6 | 4 | 4 |
Epilepsia | 8 | 9 | 8 | 6 | 6 |
Dos o más cesáreas | 4 | 5 | 3 | 3 | 3 |
Ant. parto pretérmino | 9 | 7 | 5 | 10 | 10 |
Embarazo múltiple | 10 | 10 | 10 | 9 | 9 |
Hemorragia genital | 1 | 4 | 4 | 7 | 7 |
Abortadora habitual | 7 | 8 | 9 | 8 | 8 |
Cardiopatía | 5 | 6 | 7 | 5 | 5 |
En el cuadro se observa que la hemorragia genital y el aborto habitual han ocupado en los diferentes años entre el primero y el octavo lugar, y en los últimos ambas entidades ocupan el 7o. y el 8o. respectivamente.
1988 | 1989 | 1990 | 1991 | 1992 | |
Aborto* | 3 | 5 | 6 | 7 | 7 |
Amenaza parto pretérmino | 5 | 7 | 5 | 4 | 5 |
Cardiopatía | 11 | 10 | 7 | 9 | 9 |
Esterilidad | 2 | 1 | 2 | 2 | 3 |
Hipertensión | 1 | 2 | 1 | 1 | 2 |
Infección puerperal | 6 | 3 | 8 | 11 | 10 |
Infección urinaria | 9 | 13 | 12 | 10 | 11 |
Insuf. ist. cervical | 8 | 9 | 9 | 6 | 5 |
Isoinmunización | 10 | 15 | 19 | 17 | 16 |
Miomatosis | 7 | 8 | 10 | 8 | 9 |
Ruptura prematura de membrana | 4 | 6 | 4 | 5 | 6 |
En el cuadro No. 3 vemos que el síndrome de aborto se encuentra entre el tercero y el séptimo sitio en los últimos cinco años.
Los dos cuadros anteriores dan una idea clara de la trascendencia que, desde el punto de vista de atención médica, tiene dentro de las estructuras hospitalarias el aborto. Nuevamente es pertinente insistir que la población del Instituto Nacional de Perinatología permite un análisis parcial del problema por sus características particulares, debido a que se trata de una unidad de tercer nivel. Cuando se analiza población abierta que acude a los otros dos niveles de atención, estas cifras varían en algunos aspectos.
Por esta razón, se aglutinan en el cuadro No. 4 las causas de mortalidad materna en México de 1985 a 1990 con datos publicados por la Secretaría de Salud y la de Programación y Presupuesto, a través de la Dirección General de Estadística.
Causas/Período | 1985 | 1986 | 1987 | 1988 | 1989 | 1990 |
Hemorragias del embarazo y parto | 22.1 | 24.7 | 24.8 | 26.6 | 25.6 | 23.1 |
Otros abortos y los no especificados | 8.6 | 8.9 | 9.5 | 8.4 | 8.8 | 6.6 |
Toxemia emb. y puerp. | 23.4 | 19.7 | 22.9 | 21.5 | 21.3 | 25.5 |
Complicaciones del puerp. | 8.3 | 8.9 | 7.9 | 8.7 | 10.4 | 10.6 |
Infección genito-urinaria | 0.2 | 0.4 | 0.1 | 0.1 | 0.3 | 0.6 |
Causas obstetric. directas | 93.3 | 93.9 | 92.2 | 93.2 | 92.5 | 93.6 |
Causas obstetric. indirectas | 1.5 | 1.6 | 0.9 | 1.3 | 1.3 | 1.3 |
De este cuadro, que por razones de nomenclatura no se puede enfocar de manera global el aborto como entidad única, sí se puede inferir el impacto que tiene sobre la mortalidad materna en el país.
Motivo de especial atención resultan los cálculos aproximados que se pueden realizar en cuanto a los costos estimados por la atención de abortos. Algunas cifras seleccionadas dan su verdadera dimensión como problema en la prestación de servicios asistenciales. En términos generales, se puede sugerir que el promedio de días estancia de todas las formas clínicas de aborto es de 1.8; que el total de camas diario que se requiere para su atención es de prácticamente l,500 y que el total de días cama por año llega al millón; el promedio de incapacidad laboral es de 10 días lo que determina un impacto notable en la fuerza femenina de trabajo; ya que la pérdida de días laborables al año por este concepto es de aproximadamente cinco millones y medio.
Sumado todo ello el costo calculado asciende a N$ 147'625,200.00.
Conclusiones
A manera de corolario se señalan siete reflexiones que, en la brevedad de la sentencia, resumen y dan la justa dimensión al aborto como problema de salud pública.
López García, Raúl, "El aborto como problema de salud pública", en Elu, M.C. y A. Langer (eds) Maternidad sin riesgos en México. México DF: Comité Promotor por una Maternidad sin Riesgos en México, 1994, Pp. 85-90.
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