Tema 3: Lectura 1

Tomado de:

Basic Methods of Policy Analysis and Planning

Métodos básicos de análisis y planeamiento de políticas, pp. 21-33, 46-64

Por Carl V. Patton y David S. Sawicki

Capítulo 2:

El proceso de análisis de las políticas

El capítulo 1 introdujo el concepto de análisis de las políticas como el proceso mediante el cual identificamos y evaluamos políticas o programas alternativos planeados para disminuir o resolver problemas sociales, económicos o físicos. Sin embargo, el término análisis de políticas también se usa mucho para referirse al producto o resultado del proceso analítico. Esto podría ser un informe ilustrado, pero más a menudo es un memorando, un documento de posición o un borrador de legislación. El proceso analítico y las conclusiones extraídas del proceso podrían también ser presentados con persuasión verbal y escrita a través de lo cual el analista busca informar a otros sobre los conocimientos ganados durante el examen del problema de políticas. El énfasis primario de este libro es el proceso de análisis de políticas -cómo se formula y se conduce el análisis y los métodos usados en el análisis. Sin embargo, el producto y su presentación se discuten en distintos momentos porque su calidad puede ser tan importante como el análisis que describen. Una buena presentación mejora un buen producto.

No pretendemos hacer mucho énfasis en la definición de análisis de políticas, puesto que el término, como el campo, sigue evolucionando. El término análisis de políticas probablemente fue usado primero en 1958 por Lindblom, aunque el concepto de enfoque de las políticas también fue discutido por Lasswell en 1951, y la práctica del análisis de políticas puede remontarse a los asuntos presupuestarios de los tiempos de Cristo e incluso a las leyes públicas en Mesopotamia en el siglo 21 AC. Lindblom se refería a un tipo de análisis cuantitativo que involucraba comparaciones incrementales en las cuales se incluían métodos no cuantitativos para reconocer la interacción de los valores y las políticas.

En el transcurso del tiempo el análisis de políticas también ha sido definido como:

· Un medio de sintetizar información incluyendo los resultados de investigación para producir un formato para las decisiones de políticas (la explicación de opciones alternativas) y la determinación de necesidades futuras de información relevante para las políticas

· Un proceso complejo para analizar, intervenir en y manejar el conflicto político que está inextricablemente relacionado con el cambio urbano

· La investigación sistemática de opciones de políticas alternativas y la recolección e integración de la evidencia a favor y en contra de cada opción. Involucra un enfoque de solución de problemas, la recolección e interpretación de la información y algún intento por predecir las consecuencias de cursos de acción alternativos

· La selección de las mejores políticas entre un conjunto de alternativas con la ayuda de la razón y la evidencia

· Consejo orientado al cliente de relevancia para las decisiones públicas

· Determinación de cuáles políticas gubernamentales o públicas lograrán mejor un conjunto de metas a la luz de las relaciones entre las políticas y las metas

· Una disciplina aplicada que usa métodos múltiples de investigación y argumentación para producir y transformar información relevante para las políticas que pueda ser utilizada en escenarios políticos para resolver problemas públicos

· Una forma de investigación aplicada realizada para adquirir una comprensión más profunda de los asuntos socio técnicos y conseguir mejores soluciones. Intentos de procurar que la ciencia y la tecnología modernas se refieran a los problemas de la sociedad, el análisis de políticas busca cursos de acción factibles, generando información y recogiendo evidencia de los beneficios y otras consecuencias que podrían tener su adopción e implementación, para ayudar a las autoridades normativas a escoger la acción más ventajosa

Tipos de análisis de políticas

El análisis de políticas puede hacerse antes o después de que las políticas han sido implementadas. Un análisis puede realizarse para anticipar los resultados de las políticas alternativas para escoger entre ellas o puede conducirse para describir las consecuencias de las políticas. El análisis de políticas descriptivo se refiere al análisis histórico de políticas pasadas o a la evaluación de nuevas políticas cuando son implementadas. El análisis de políticas descriptivo también se ha llamado análisis de políticas ex-post, post hoc, o retrospectivo. Este análisis "después de los hechos" puede luego dividirse en dos tipos: retrospectivo y evaluativo, donde el análisis retrospectivo se refiere a la descripción e interpretación de políticas pasadas (¿Qué pasó?) y el análisis de políticas evaluativo se refiere a la evaluación de programas (¿Se cumplieron los propósitos de las políticas?). Por ejemplo, un estudio de tasas de morosidad entre estudiantes con características particulares para ver si coinciden con los que habían sido anticipados cuando el programa fue establecido sería un análisis de políticas evaluativo.

El análisis de políticas que se centra en los posibles resultados de las políticas propuestas ha sido llamado análisis de políticas ex ante, pre hoc, anticipatorio o prospectivo. Este análisis antes de la implementación de las políticas puede subdividirse en análisis de políticas predictivo o prescriptivo. El análisis de políticas predictivo se refiere a la proyección de estados futuros que resultan de adoptar alternativas particulares, mientras que el análisis de políticas prescriptivo se refiere al análisis que recomienda acciones porque provocarán un resultado particular.

Majone lleva la diferencia aún más lejos, limitando la prescripción a instancias donde el problema tiene una solución definitiva y existe un procedimiento bien definido para lograr la solución. Cuando una autoridad normativa no tiene claridad sobre la naturaleza del problema o cuando no hay una forma estándar de escoger entre las alternativas, entonces el analista da consejo. Cuando el analista usa el lenguaje de consejo para redirigir las actitudes de la autoridad normativa, sus preferencias, o sus creencias cognoscitivas, da un consejo persuasivo.

Entonces, el análisis de políticas prescriptivo involucra la presentación de los resultados del análisis y la recomendación. El supuesto aquí es el analista entiende los valores del cliente, sus metas y sus objetivos y que el cliente espera, o al menos, tolera, una recomendación en vez de una lista de opciones.

Un estudio pronosticando el impacto del cambio de la tasa de interés de los préstamos a estudiantes según la conducta de ahorro de los deudores y sus padres sería un análisis de políticas predictivo.

El análisis descriptivo suele ser incorporado en el análisis de políticas prospectivas. Para diseñar y evaluar nuevas políticas, se deben comprender los principios y el impacto de las políticas anteriores. Las políticas implementadas deben recibir seguimiento y evaluación para decidir si continuarlas o modificarlas y para generar información que vaya a ser útil cuando se proponen políticas similares en el futuro. En el ejemplo de los préstamos a estudiantes, el análisis descriptivo sobre conducta anterior de deudores sería un ingrediente importante para un análisis de posibles revisiones a las políticas de préstamos. Sin embargo, el proceso y los métodos descritos en este libro son pensados principalmente para uso en el análisis de políticas predictivo y prescriptivo, para ayudar a los analistas a examinar las consecuencias probables de implementar nuevas políticas.

Las tareas principales en el análisis de políticas prospectivo incluye la identificación y verificación de problemas complejos, la comparación cuantitativa y cualitativa de formas alternativas de considerar el problema y la organización de esta información en un formato que las autoridades normativas puedan usar cuando toman decisiones. El análisis de políticas es, por lo tanto, una evaluación sistemática de la factibilidad técnica y económica y de la factibilidad política de políticas alternativas (o planes o programas), estrategias para la implementación y las consecuencias de adoptar las políticas. Un buen análisis de políticas integra información cuantitativa y cualitativa, enfoca el problema desde varias perspectivas y usa métodos apropiados para comprobar la factibilidad de las opciones propuestas.

Los métodos y herramientas técnicas como el análisis de decisión, descuento y modelos, juegan un papel importante en el análisis de políticas. Sin embargo, el análisis de políticas es más que herramientas técnicas para ayudar a informar a las autoridades normativas. También es el proceso que orienta la selección y uso de métodos y herramientas, que reconoce las metas y los valores del cliente, de los individuos afectados, grupos de ciudadanos, políticos, y unidades de gobierno y que ofrece una explicación clara del asunto que se discute. También involucra explícitamente el establecimiento de criterios que serán usados para evaluar las posibles políticas, los medios para generar y evaluar las políticas alternativas, las formas específicas de implementar estas políticas y cómo valorar los resultados del análisis.

Es claro que el análisis de políticas es más que un proceso técnico cuantitativo. De hecho, se ha dicho que la política domina el análisis de las políticas. Cualquiera sea el balance, el análisis de políticas involucra tanto el análisis cuantitativo como cualitativo:

…si el propósito del análisis de las políticas no es solo determinar qué son políticas buenas o satisfactorias, sino asegurar que las políticas de hecho sean seleccionadas e implementadas, las destrezas tradicionales no bastan. El analista también debe aprender de retórica y de dialéctica - la habilidad para definir un problema de acuerdo a sus distintos puntos de vista, extraer un argumento de fuentes muy distintas, adaptar el argumento a la audiencia y educar la opinión pública.

Si miramos el futuro del análisis de políticas, no vemos una disminución en el uso del análisis cuantitativo. Más bien, vemos un mayor involucramiento en el proceso de análisis de los grupos y los individuos afectados por las políticas, un proceso mucho más abierto y visible o transparente, más énfasis en la negociación, y un mayor reconocimiento explícito del papel que juegan los valores en todo el proceso de políticas, desde la selección de los temas a considerar, hasta los tipos de alternativas seleccionadas, los indicadores de políticas seleccionados y las ponderaciones respectivas dadas a los criterios económicos, técnicos y políticos. Además, el tema de la ética del análisis de políticas será considerado cada vez más, aunque está por verse si el progreso en esta área conducirá a mejores políticas públicas.

¿Qué, entonces, constituye un análisis de políticas bueno y completo? Las definiciones presentadas antes sugieren que un buen análisis de políticas considera un problema importante de manera lógica, válida y replicable y ofrece información que pueden usar las autoridades normativas al adoptar políticas económicamente viables, técnicamente factibles, éticas y políticamente aceptables que resuelvan problemas públicos.

El papel del analista

Los analistas de políticas pueden encontrarse en todos los niveles del gobierno, en la consulta privada y dentro de la academia. DeLeon cree que se gastan anualmente en análisis de políticas cientos de millones y probablemente billones de dólares. Los analistas de políticas trabajan para el planeamiento estatal y las oficinas de presupuesto, las oficinas de los gobernadores y los comités legislativos. Trabajan para los administradores de las ciudades, para agencias de planeamiento y desarrollo, consejos de educación, departamentos financieros y departamentos y agencias federales. Frecuentemente estos analistas son asistentes de personal y sus tareas normalmente varían día a día o semana a semana. Típicamente trabajan para remediar problemas específicos de aplicación inmediata. Su trabajo incluye la producción de evidencia y argumentos para uso en los debates sobre la acciones gubernamentales.

Los analistas pueden trabajar en una agencia o ser parte de una organización externa, como un grupo de consulta privado, una comisión, un equipo de pensamiento o una unidad universitaria. Cuando son parte de una agencia permanente pueden llegar a identificarse tanto con los programas de la agencia que sus análisis pueden carecer de sugerencias de cambio del status quo, pueden estar sesgados hacia la defensa de las posiciones de la agencia y pueden no ser capaces de evaluar las políticas objetivamente. Por lo tanto, a menudo se dice que los contratistas independientes, fuera de las agencias, o bien otras terceras partes, pueden producir análisis de políticas más objetivos.

Las personas se convierten en analistas de políticas porque quieren trabajar en problemas interesantes, aplicar su conocimiento técnico, ser útiles, tener impacto, lograr un ingreso decente haciendo algo de su gusto y estar cerca del poder o posiblemente tener poder. MacRae y Wilde creen que los ciudadanos informados pueden ser sus propios analistas de políticas.

Meltsner ha clasificado los analistas de políticas en tres grupos: los técnicos, los políticos y los emprendedores (en inglés el término utilizado es entrepreneurs). El técnico es un investigador con excelentes destrezas analíticas pero pocas destrezas políticas que "prefiere estar en lo correcto que ser puntual". El político es el burócrata convertido en analista que busca avanzar personalmente y está más adaptado a la política que al análisis. El emprendedor, con mucha destreza analítica y política:

…sabe cómo trabajar con números y con personas…no permite que el cliente inmediato lo limite…ve el interés público como su cliente…tiene fuertes puntos de vista normativos sobre el ámbito de la actividad del gobierno…está preocupado por la distribución tanto como por la eficiencia…está mucho más consciente que otros analistas de que sus preferencias guían la selección y la solución de los problemas analíticos.

La mayoría de los analistas que conocemos, y los estudiantes que tenemos, se consideran o les gustaría llegar a ser emprendedores. Buscan ejercer tanto sus destrezas técnicas como políticas.

Convertirse en emprendedor en vez de en burócrata no es fácil. Meltsner ha encontrado que los analistas en las burocracias son susceptibles a las influencias burocráticas porque "(1) ellos son miembros de una profesión emergente sin estándares ni sanciones implementables; (2) les falta una base adecuada de conocimiento y paradigmas teóricos asociados; (3) tienen pocas redes de comunicación; y (4) son actores de pocos recursos y bajo status político." Con falta de apoyo social y político fuera de la burocracia, sucumben ante las fuerzas burocráticas, las formas tradicionales y los incentivos. Debido a que es importante combinar las destrezas técnicas y las políticas desde temprano en la carrera, ambos tipos de métodos están incluidos en este libro para ayudar al analista principiante a convertirse en el tipo de analista que puede trabajar con números y con personas.

El analista principiante enfrenta varios desafíos. No solo debe poner el conocimiento en práctica, sino que debe aprender sobre el funcionamiento de la agencia y el sistema político. En el proceso de entrevistar cientos de administradores, Bellavita encontró que la mayoría de ellos aprendió lo que saben sobre las organizaciones en los libros, en cursos, con modelos de funciones y con experiencia, siendo la experiencia la fuente de conocimiento más significativa. Además de las lecturas y el trabajo de los cursos, y a falta de suficiente experiencia, el analista puede observar analistas y administradores en sus trabajos y aprender de sus experiencias. En este sentido, Bellavita preguntó a varios administradores experimentados qué sabían ahora sobre las organizaciones que les gustaría haber sabido antes. Entre los asuntos que mencionaron están los siguientes:

· Las organizaciones están en función del interés propio de sus miembros y, por tanto, el conflicto es endémico.

· Como administrador hay límites en la habilidad de influir en la conducta de otra gente.

· Las organizaciones tienen múltiples niveles de discurso; muchos niveles de conversación ocurren simultáneamente.

· Aprender escuchando y pensando sobre las implicaciones teóricas de un evento significativo después de que ocurrió.

· Comprenderse usted mismo, sus motivaciones, valores, creencias; para ayudar a otros usted primero debe saber dónde está parado.

Aunque los analistas de políticas pueden convertirse a veces en propugnadores de determinadas políticas, más a menudo permanecen como analistas, tratando de ofrecer a su empleador o cliente una evaluación de alternativas que puedan usarse tal vez como un insumo más para formular una decisión. A los analistas de políticas se les puede pedir consejo y a veces pueden fijar una agenda, pero más a menudo la decisión está reservada para el director de la agencia, el comité legislativo, el gobernador o el alcalde. Aparte de estas personas en la cima, las políticas son hechas por el llamado burócrata de nivel bajo como los maestros de escuela, los oficiales de policía, los trabajadores sociales, los jueces, los fiscales, los administradores de zonas y otros trabajadores del gobierno en el proceso de realizar sus responsabilidades diarias.

No solo puede el analista tener problema para conseguir ser escuchado por las autoridades normativas, sino incluso se ha dicho que "la mayoría de los actores de políticas corren en direcciones totalmente opuestas de las que muchos analistas de políticas propugnarían," y el análisis es subestimado y subutilizado. Además, Wildavsky sostiene que la vida de un servidor público tiende a hacerse más difícil en la medida que actúe como intermediario de los políticos que están en desacuerdo respecto a lo que es el interés público. Wildavsky espera que en el futuro los servidores públicos sean aún más vulnerables al ataque de lo que son ahora, como resultado de conflictos o posiciones sobre lo que debería hacerse. En forma similar, Bellavita usó la palabra héroe para describir a los administradores cuyos logros van más allá del ámbito normal de la experiencia y que deberían servir como modelos para los futuros administradores del sector público.

El analista que no comprende la relación con el cliente, especialmente el analista responsable ante un oficial electo, es probable que se frustre y se decepcione. A menudo los factores políticos evitan que una alternativa técnicamente superior sea seleccionada. Lineberry advierte: "No es exagerar decir que los políticos normalmente ponen más atención a los votantes que al análisis, mientras que los expertos hacen lo contrario. Básicamente la pregunta es si las políticas deben adoptarse porque las prefiere una mayoría o porque es lo más razonable de hacer." Ocasionalmente las dos posiciones son iguales, pero el analista debe también esperar instancias en las que no lo son.

Que la decisión normalmente recae en otros no necesariamente niega la influencia del analista que estará involucrado en la interpretación de los problemas, el establecimiento de una base de hechos y la identificación y evaluación de alternativas. La forma de presentar el análisis puede influir en las decisiones. Además, los supuestos básicos pueden introducir sesgos en el análisis. Entonces, para mantener la credibilidad, el analista debe identificar los supuestos subyacentes, mantener registros precisos, usar múltiples fuentes de información y emplear métodos y modelos que se puedan replicar.

En la vida real la mayoría de los temas de análisis de políticas son identificados por oficiales superiores, políticos y oficiales de agencias que buscan comprender los costos y beneficios de las decisiones de las políticas que deben tomar. Estos problemas pueden ser asignados al personal para análisis, o el personal puede proporcionar datos para el análisis de la autoridad normativa. En cualquier caso, pero especialmente cuando se le asigna la tarea de conducir el estudio, el analista tiene un derecho a esperar alguna guía del ejecutivo o cliente, incluyendo lo siguiente, que obtenemos de nuestra experiencia y sugerencias del Instituto Urbano. El cliente o administrador debería:

1. Ayudar en la identificación de los problemas y los asuntos

2. Delegar la responsabilidad y la autoridad para el estudio a un individuo o grupo específico

3. Proporcionar personal y recursos fiscales adecuados

4. Indicar un margen de tiempo para hacer el análisis

5. Revisar los objetivos, los criterios de evaluación, las alternativas y las audiencias incluidas para ramificaciones políticas

6. Revisar periódicamente el progreso

7. Revisar y usar los resultados relevantes

No todos los administradores cumplen con sus obligaciones. A veces usted encontrará que estas responsabilidades han sido tan descuidadas que ponen en peligro la validez y la utilidad de su trabajo. Qué hacer depende de su relación con el cliente que le pidió hacer el análisis. Si usted es un consejero experimentado y con influencia, puede alterar el contexto en el que está trabajando, apelando al cliente directamente o su superior. Si usted está a nivel de principiante, tiene que vivir con el problema y beneficiarse de la experiencia.

Consideraciones éticas

En las secciones anteriores sugerimos que los analistas y planificadores de políticas lidian con consideraciones éticas, y, como lo verá, prácticamente todos los estudios de casos en este libro también involucran temas éticos. Los planificadores, analistas, expertos y consejeros enfrentan los problemas éticos diariamente. Muchos de estos problemas son considerados y resueltos sin controversia, como los relacionados con decisiones administrativas, procedimientos burocráticos y reglas de comportamiento con clientes y supervisores. Los asuntos más complejos son los relacionados con las implicaciones morales de nuestros métodos, el contenido ético de los criterios incorporados en los modelos de decisión, y los asuntos éticos inherentes a la evaluación de las principales alternativas de políticas.

Un dilema ético típico se presenta en la Figura 2-1. En este caso, el alcalde no está satisfecho con los resultados de un análisis de políticas por el impacto que los resultados puedan tener en la comunidad. Los consultores que prepararon el informe se rehusaron a cambiarlo para adaptarse al alcalde. El alcalde le dice a un analista de su oficina que escriba de nuevo el informe. El analista de su oficina se enfrenta con un dilema ético y con las responsabilidades en conflicto ante distintas audiencias morales, incluyendo el alcalde, la comunidad, la profesión y él mismo. Aunque los consultores se rehusaron a cambiar su informe, pueden enfrentar otro dilema ético si el analista de oficina lo cambia y el alcalde lo distribuye.

Tales dilemas éticos o problemas morales surgen por los choques entre los principios éticos o morales: por ejemplo, entre lealtades a los clientes, el interés público, la justicia, la equidad, la eficiencia, la ley y la autonomía profesional. Un principio moral jala hacia una dirección y otro hacia otra, creando un "conflicto de deberes."

Para lidiar con asuntos éticos, los planificadores y los analistas adoptan una teoría o perspectiva moral normativa. Al decidir sobre las políticas en el ejemplo Oldport, el analista de oficina puede adoptar el criterio del mayor bien para la mayor cantidad de personas, el mayor beneficio para los menos aventajados, que mentir con las estadísticas es siempre incorrecto, que mentir es aceptable para lograr un buen fin, que los costos y los beneficios económicos deben ser ponderados, o que sabemos lo que es correcto por intuición.

 

Figura 2-1 Un dilema ético típico

Oldport: Los peligros de las proyecciones poblacionales

En Oldport el alcalde tenía una firma de planificadores como consultores para desarrollar un plan integral de veinte años para renovación urbana, vivienda, escuelas y establecimientos de servicios sociales.  El informe preliminar de los planificadores proyectó un crecimiento poblacional moderado pero un cambio dramático y continuo en la composición racial, con grupos minoritarios llegando a ser mayoría en el transcurso de doce años.  Se pronosticaba una mayoría negra después de cinco años en las escuelas públicas.

El alcalde reaccionó fuertemente ante el informe preliminar.  Si estos resultados se publicaban, se convertirían en una profecía.  Toda esperanza de preservar un sistema escolar integrado y mantener vecindarios mixtos estables o desarrollar una ciudad étnicamente heterogénea con una fuerte base residencial desaparecería.

Se les pidió a los planificadores revisar sus números.  Ellos estuvieron de acuerdo en usar la proyección mínima –dominio de minorías en las escuelas públicas después de ocho años y una mayoría en la ciudad en dieciséis años después.  El alcalde no estaba satisfecho.  Dijo a los planificadores que cambiaran las cifras o las eliminaran del informe.  Ellos se rehusaron, sintiendo que habían doblado su interpretación de la realidad todo lo que podían.  Sin discutir esta realidad, el balance del informe no podría estar profesionalmente justificado.

El alcalde los acusó en privado de arrogancia profesional y pidió a un profesional de su oficina reescribir el informe sin las proyecciones y ordenó a los consultores no dar a conocer sus resultados sobre el asunto racial bajo ninguna circunstancia.

Fuente: Extraído de Peter Marcuse, “Professional Ethics and Beyond: Values in Planning.”  Reimpreso con permiso del Journal of the American Institute of Planners 42, no. 3 (July 1976), 265.

El asunto, sin embargo, no es que los analistas y planificadores de políticas se enfrentan con dilemas éticos. El punto verdadero es cómo hacer análisis de manera ética, que incluya cosas como qué es lo que se debe hacer, qué es bueno, cuáles valores deben perseguirse, cuáles metas deben buscarse y en qué medida se sirve a un cliente en vez de al bien público o común. Los planificadores y los analistas de políticas deben entender la ética porque tendrán que escoger entre esquemas analíticos conceptuales, acciones y políticas alternativas y su propia conducta.

Los asuntos éticos también incluyen problemas de justicia intergeneracional e internacional. Las elecciones éticas que tenemos que hacer suelen ser muy sutiles, incluyendo lo que analizamos, cómo lo enfocamos, qué información presentamos, cómo trabajamos con los clientes y generalmente cómo actuamos como profesionales.

Valores en el análisis

Muy pocos planificadores y analistas dicen hoy que su trabajo está libre de valores. De hecho, en la mayoría de los campos, quienes hacen políticas reconocen cada vez más que su trabajo está muy cargado de valores y que hay límites para el conocimiento técnico.

La mayoría de los escritores contemporáneos sobre el análisis de políticas también reconocen que el análisis tiene un componente sustancial normativo, puesto que mediante su uso buscamos información sobre las consecuencias de las acciones y su impacto en las personas. Como dijo Dunn: "Los objetivos del análisis de políticas incluye, pero van más allá, de la producción de hechos; los analistas de políticas también buscan producir información sobre los valores y su logro mediante la acción reflexiva." Creemos que pocos analistas y planificadores de políticas todavía se ajustan a una perspectiva libre de valores, estrictamente objetiva, del desarrollo de políticas. De hecho, Majone ha señalado que en la perspectiva decisionista, el análisis de políticas racional puede empezar solo después de que los valores relevantes han sido identificados, y que estos valores cambian con el tiempo como resultado de un proceso de toma de decisiones.

No solo se reconoce en general que los valores juegan un papel importante en el análisis, sino que Heineman y sus colegas sostienen que los valores y las creencias se usan como atajos heurísticos en la toma de decisiones, especialmente en el desarrollo de la política exterior, y Leung señala que "las políticas es una expresión concreta de valores que involucra la distribución de recursos y poderes."

Hasta en su antiguo capítulo sobre "La orientación de las políticas," Lasswell escribió que el analista debe aclarar los valores:

El método de las ciencias políticas no solo hace énfasis en los problemas básicos y los modelos complejos, sino que recomienda una considerable aclaración de las metas de valores involucradas en las políticas. Después de todo, ¿en qué sentido es un problema "básico"? Las evaluaciones dependen de los postulados sobre las relaciones humanas para que se les considere deseables. Para propósitos del análisis, el término "valor" se toma como que significa "una categoría de eventos preferidos", como paz en vez de guerra, altos niveles de empleo productivo en vez de empleo masivo, democracia en vez de despotismo y personalidades agradables y productivas en vez de destructivas.

Aunque se comprende la naturaleza cargada de valor del planeamiento y del análisis de políticas, en la práctica no se ha visto mucha consideración sistemática del impacto de los valores éticos sobre las decisiones. Esta tarea ha probado ser difícil porque el análisis de políticas ha salido de disciplinas básicamente empíricas construido sobre la objetividad científica y asumiendo neutralidad de valores. Pero algunos analistas han tratado de incluir asuntos normativos en su trabajo. La naturaleza mixta del análisis de políticas fue descrita por Fischer y Forester:

Por un lado es empírica, pero no rigurosamente científica, en el sentido clásico del término. Por otro lado está fundamentalmente relacionado con la realización de normas y valores, pero no es ética per se. El análisis de políticas yace exactamente (aunque incómodamente) entre la ciencia y la ética.

El proceso analítico

¿Cómo se realiza un análisis de políticas? No hay una forma única aceptada. Varios investigadores, docentes y personas que hacen políticas han descrito modelos de análisis de políticas. Algunos de estos procesos han sido criticados porque siguen el enfoque del modelo racional ideal –un método, dicen algunos, que no puede seguirse. Regresaremos a este argumento, pero primero ¿qué han dicho estos expertos sobre el proceso de análisis de políticas?

El análisis de políticas ha sido caracterizado como arte, destreza, compromiso, argumento y persuasión, actividades que dependen en gran medida de la destreza, juicio e intuición del analista. Los analistas principiantes tienen que desarrollar estas destrezas haciendo análisis y construir un marco de referencia puede ayudar. Tenga en mente los resúmenes siguientes del proceso de análisis de políticas cuando describimos los pasos de ese proceso en los próximo capítulos.

Quade identifica los cinco elementos más importantes en el proceso de análisis de políticas como formulación del problema, búsqueda de alternativas, pronóstico del ambiente futuro, modelos del impacto de las alternativas y evaluación (comparación y jerarquización) de las alternativas. Señala que el análisis de políticas es un proceso iterativo en el cual el problema es reformulado en la medida que se aclaran los objetivos, se diseñan y evalúan las alternativas y se desarrollan mejores modelos. Sugiere que el proceso continúa hasta que se acaba el tiempo o se termina el dinero.

Al escribir para el ciudadano como analista potencial, MacRae y Wilde dicen que cada análisis de una opción de políticas involucra un conjunto de elementos comunes: definir el problema, determinar los criterios para seleccionar una opción entre las alternativas, generar una gama de políticas alternativas, escoger un curso de acción que hará que la opción de políticas sea implementada y evaluar las políticas después de hacerlas efectivas.

En su introducción a los métodos cuantitativos para el análisis de políticas, Stokey y Zeckhauser sugieren un proceso de cinco pasos como punto de partida: determinar el problema subyacente y los objetivos a perseguir, plantear posibles cursos de acción alternativos, predecir las consecuencias de cada alternativa, determinar los criterios de medición del logro de alternativas e indicar la elección de acción preferida. Los autores reconocen que puede que el analista no se mueva ordenadamente paso a paso y puede tener que pasar de un paso a otro, pero sostienen que las cinco áreas deben estar presentes en un análisis.

Un proceso similar es descrito por el Instituto Urbano para el análisis de programas estatales y locales: definir el problema, identificar los objetivos relevantes, seleccionar los criterios de evaluación, especificar el grupo cliente, identificar las alternativas, estimar los costos de cada alternativa, determinar la efectividad de cada alternativa y presentar los resultados. Este proceso divide algunas etapas identificadas por otros autores. En otras formulaciones, la definición del problema incluye la identificación de los objetivos y grupos cliente y la evaluación de alternativas incluye el costo, la efectividad y otras medidas.

Weimer y Vining dividen el proceso de análisis de políticas en dos componentes principales: el análisis del problema y el análisis de la solución, para indicar que ambas partes del proceso deben recibir mucha atención. Dentro del análisis del problema incluyen la comprensión del problema, la selección y explicación de metas relevantes y de las limitaciones, y la selección de un método de solución. Dentro del análisis de la solución incluyen los criterios de evaluación, la especificación de alternativas de políticas, la evaluación de alternativas en términos de criterios y la recomendación de acciones. También indican la necesidad de recolección de información para apoyar el análisis y la comunicación de consejo útil a los clientes.

Estos y otros métodos de análisis de políticas se parecen al proceso de toma de decisiones ideal, racional, que se encuentra en muchos campos. Por ejemplo, el proceso definido en un texto multidisciplinario sobre toma de decisiones incluye los siguientes pasos: definir el problema, identificar las alternativas, cuantificar las alternativas, aplicar ayudas de decisiones, escoger la alternativa e implementar la decisión. Como otras formulaciones del proceso de decisión, esta incluye la iteración de los pasos cuando un determinado paso no puede completarse por falta de información. Regresando varias veces a los pasos se puede llegar a enunciados más precisos del problema y a la identificación de alternativas adicionales.

El modelo racional también es recomendado para resolver problemas estratégicos en los negocios. También incluye pasos ya conocidos: diagnosis del problema, definición de objetivos, generación de alternativas, valoración de consecuencias, selección de la ‘mejor’ alternativa, pre-implementar la ‘mejor’ solución (identificar los efectos secundarios o las consecuencias no deseadas) e implementar la ’mejor’ solución. Para muchos campos se han recomendado métodos similares de solucionar problemas durante años, incluyendo el desarrollo económico, el diseño, la planificación urbana y regional, el análisis de sistemas y la administración pública.

¿Puede alguien, en especial un analista principiante, seguir estos procesos? Requieren una enunciación clara de metas y objetivos (Esto suele ser difícil de obtener de una persona, y más difícil aún de una organización o ente público), una identificación de todas las alternativas que podrían usarse para lograr las metas (¿Cómo sabemos que se han considerado todas las opciones?), y el cómputo de los costos y los beneficios de estas opciones (¿Cómo podemos determinar estas cifras para cientos de opciones posibles?). El proceso ideal no es solo demandante mentalmente, sino toma tiempo y recursos. Mientras el analista pedalea a través del proceso, el problema puede haber sido resuelto por otros medios, puede haber desaparecido o puede haber crecido demasiado como para lidiar con él. Además, las organizaciones normalmente no pueden costear la realización de análisis completos. En el mundo diario de la toma de decisiones, la necesidad de decisiones rápidas y relativamente correctas requiere que se hagan compromisos dentro del modelo racional. Simon dice que las opciones buenas o aceptables, no necesariamente las mejores, son seleccionadas porque el costo de la investigación es mayor que los beneficios. Lindblom sostiene que las autoridades normativas no pueden hacer las comparaciones simultáneas que requiere el modelo racional, de manera que adoptan un enfoque incremental, haciendo comparaciones sucesivas limitadas, seleccionando opciones que al menos sean mejores que otras posibilidades. Etzioni propuso el enfoque de tamizaje mixto como algo intermedio entre los enfoques racional e incremental, para ver integralmente los problemas, pero también para centrar la atención en aquellas áreas que parecen ser más apropiadas para el análisis detallado. Y Paris y Reynolds, diciendo que el análisis de políticas no es una ciencia, proponen que los argumentos de las políticas sean evaluados mediante una ideología racional que enlace las experiencias normativas y los datos observados para permitirnos determinar las políticas preferidas. Puesto que las políticas suelen involucrar financiamiento, el proceso de decisión racional también está comprometido por la naturaleza incremental del proceso presupuestario, mediante el cual los programas tienden a continuar y los cambios principales ocurren lentamente.

El modelo racional y el análisis de políticas en sí han sido severamente criticados por sus demandas irreales y sus peticiones exageradas. Robert Formaini ha escrito:

…las políticas públicas con base científica (justificadas), un sueño que ha crecido desde la Ilustración y que, tal vez, ha alcanzado su apogeo hacia fines de nuestro siglo, es un mito, una ilusión teórica. Existe en nuestras mentes, nuestros análisis, y nuestros métodos solo porque tratamos de encontrarla y, típicamente, tendemos a encontrar lo que buscamos.

Además, después de gastar muchos fondos en políticas y programas, queda la pregunta de si han habido muchos resultados de esos esfuerzos. Hofferbert hace ver que muchos esfuerzos grandes de políticas gubernamentales no han tenido resultados visibles; por ejemplo, los programas de capacitación a adolescentes y los esfuerzos para reducir el consumo de drogas y alcohol. Y Formaini señala el fracaso del análisis de políticas del gobierno para formular una respuesta óptima para el problema de la fiebre porcina en 1976.

Por el contrario, Schwartz ha dicho que los programas del gobierno han tenido un impacto favorable en la vida de los americanos, por ejemplo, en la reducción de la pobreza y las mejoras en la salud. Además, dice que la mayoría de los americanos dependen de la ayuda de las políticas del gobierno, que la acción voluntaria no es suficiente, y que las políticas del gobierno han tenido un efecto más positivo de lo que se les quiere reconocer. Quigley y Scotchmer también sostienen que el análisis de políticas tiene su impacto, citando una serie de instancias recientes en que el análisis ha sido materializado. Y en un análisis cuantitativo a gran escala de 58 casos, Bryson y sus colegas demuestran que la planificación y los planificadores han tenido un impacto positivo sustancial en la creación de resultados deseables en proyectos grandes. Además, puede haber muchos impactos indirectos del análisis de políticas en las decisiones mediante el proceso de ilustración.

Las alternativas y modificaciones al modelo racional han sido propuestas por varios autores, pero ningún paradigma rival ha logrado dominar. Sin embargo, Alexander sugiere que un enfoque de contingencia que sintetiza los resultados de la investigación con recomendaciones normativas tiene el mejor prospecto para suplantar el modelo racional. La mayoría de escritores sobre análisis de políticas actualmente, y quienes hacen políticas, propugnan el uso de una variante para el modelo racional, que integre el enfoque científico-técnico con el enfoque normativo-político.

No se puede seguir un modelo racional estricto porque muchas decisiones aparentemente racionales tienen que ser de término medio debido a que no son factibles políticamente. Políticas racionales, lógicas y técnicamente deseables pueden no ser adoptadas porque el sistema político no las acepta. Las cifras no siempre hablan por sí mismas; suele darse la falta de consenso respecto a valores básicos y las buenas ideas no siempre ganan. Los analistas y las autoridades normativas se enfrentan constantemente con el conflicto entre las alternativas técnicamente superiores y las políticamente factibles y suelen tener que incluir argumentos, persuasión y esfuerzos políticos en sus procesos analíticos.

Nagel ha resumido las evaluaciones de los estudios de políticas, muchos de los cuales también se aplican al análisis de políticas, notando que es criticado por tener demasiadas y, a la vez, muy pocas de las mismas características.

Las características en conflicto incluyen ser (1) un material desactualizado o un material temporalmente en moda, (2) demasiado práctico o demasiado teórico, (3) demasiado multidisciplinario o demasiado centrado en las ciencias políticas, (4) demasiado cuantitativo o demasiado subjetivo, (5) subutilizado o sobre utilizado y (6) demasiado liberal o demasiado conservador.

Responde estos cargos diciendo que los estudios (análisis) de políticas combinan diversas ideas para que el campo esté mejor preparado para lidiar con la evaluación sistemática de alternativas. Dice, además, que los estudios de políticas quedan bien calificados en ciertas dimensiones.

Tiene un fundamento filosófico a largo plazo, originalidad, un lado teórico, un lado práctico, un importante componente de ciencias políticas que involucra todos los campos de las ciencias políticas, un componente multidisciplinario que involucra todos los campos del conocimiento, especialmente las ciencias sociales, un lado cualitativo orientado hacia los valores, una forma cuantitativa, razonablemente objetiva de lidiar con los problemas analíticos, una habilidad para ser utilizado, cuando corresponde, a la luz de los procesos democráticos, y de no ser utilizado, cuando corresponde, a la luz de esos mismos procesos democráticos, tiene valor para las autoridades normativas conservadoras y tiene valor para las autoridades normativas liberales.

Puesto que este es un libro sobre métodos de análisis de políticas, obviamente creemos que hay mérito en el análisis sistemático. Sin embargo, como otros analistas de políticas, admitimos que la gente no actúa como los modelos dicen que deberían actuar. Cuando explicamos cómo se realizan los análisis, informamos cómo deberían realizarse. No sugerimos que el analista de políticas deba seguir con rigidez los pasos en el modelo racional. A menudo no es posible. Creemos que los analistas principiantes deben trabajar cada paso del proceso. Otros tienen argumentos parecidos para el modelo racional (o algo parecido) y han sugerido además que permite a otros evaluar el análisis, reduce los problemas a un tamaño manejable, reduce la subjetividad, e informa a los ciudadanos.

El análisis de políticas básico en seis etapas

Hemos incorporado ideas de varias descripciones de análisis de políticas con nuestras propias experiencias para crear el proceso de seis pasos que se muestra en la Figura 2-5: definición del problema, determinación de los criterios de evaluación, identificación de las alternativas, evaluación de las alternativas, comparación de las alternativas y valoración de los resultados. Estos son los pasos principales en el proceso, pero cada paso podría subdividirse en componentes más pequeños. Los métodos básicos que pueden usarse en cada paso se presentan en los capítulos 3-9.

Los analistas pueden seguir varios caminos a través del proceso de análisis de políticas debido a diferencias en su capacitación, el tiempo disponible para el análisis, la complejidad del problema, la disponibilidad de los recursos y la afiliación organizacional. La mayoría de los analistas consideran primero un problema usando los métodos y puntos de vista de su disciplina. Los economistas suelen ver el problema primeramente en términos de costos y beneficios, las personas que estudiaron sociología ven primero el impacto diferencial en los grupos de ciudadanos y los abogados ven primero los aspectos legales del problema. Conforme menos tiempo disponible haya, más probable es que algunos pasos del proceso se eliminen. Los problemas complejos pueden requerir que las tareas sean delegadas y que se utilicen especialistas, pero si los recursos son escasos, el trabajo será hecho "en casa". Los analistas de grandes organizaciones probablemente tendrán acceso a consultores, personal de apoyo técnico y equipo especializado y pueden lidiar a menudo con solo una parte del problema; aquellos en organizaciones pequeñas tienen menos posibilidades de contar con ese apoyo y tendrán que realizar el análisis solos.

A menudo hay que hacer concesiones al modelo y esperamos que las personas que lean este libro puedan determinar sus versiones personales de lo que es el proceso de análisis de políticas después de ganar alguna experiencia. Sin embargo, como punto de partida, sugerimos seis pasos básicos.

Paso uno: verifique, defina y detalle el problema

Al enfrentarnos a problemas en nuestra vida personal, a menudo nos sentimos frustrados por los muchos ángulos que debemos considerar y porque las posibles soluciones entran en conflicto. Conforme más personas consultemos sobre un problema, mayor será el número de factores que se nos plantean. Conforme más ahondamos en el problema, más aspectos encontramos que necesitan evaluación. El mismo dilema surge en el análisis de políticas. No acepte la enunciación del problema inicial sin cuestionarlo. Puede ser solo la punta del "iceberg", una parte de un problema mayor, o un problema que no puede ser influenciado por el cliente o la autoridad normativa.

Puesto que las condiciones cambian, el analista de políticas debe preguntar continuamente si el problema que precipitó el análisis todavía existe. A menudo el analista debe redefinir el problema durante el análisis en la medida que se transforma. A los estudiantes de análisis de políticas se les dice que definan el problema para poder resolverlo. Este proceso ha sido llamado solución del problema al revés. Analice los mejores datos disponibles sobre el asunto, apóyese en los criterios que se van a usar para evaluar las políticas alternativas y luego redefina el problema para que pueda ser reducido, controlado, tal vez resuelto, con la información y los recursos en mano. Este método suele ser adecuado por la inmediatez de los problemas y el corto período durante el cual debe realizarse el análisis.

La definición del problema a menudo es difícil porque los objetivos del cliente no son claros, o los objetivos enunciados parecen estar en conflicto. A veces el cliente y el analista no se entienden por las diferencias en la terminología o la jerga. Pero las organizaciones normalmente no pueden o no hacen enunciados claros de los objetivos. Este es un problema especialmente en las organizaciones públicas, que pueden tener múltiples misiones, servir muchas clientelas y tratan de responder a los sentimientos públicos cambiantes e incompatibles. Además, el poder -incluso el poder para determinar los objetivos organizacionales-, es difuso en las organizaciones grandes y es perseguido por grupos rivales. Un problema contemporáneo aparentemente simple ilustra algunas de las dificultades inherentes a la definición del problema.

En algunos estados, la licencia de conducir puede obtenerse a los 18 años, pero si una persona ha completado con éxito un curso de educación vial puede obtener la licencia a los 16. Los adolescentes tienen la tasa de accidentes más elevada de cualquier grupo de conductores. Un candidato político ha pedido "reducir la carnicería en nuestras autopistas". (Ver Figura 2-6). ¿Cuál es el problema? Observe que la respuesta depende de quién pregunta. Usted y su cliente pueden querer considerar las perspectivas de algunas audiencias y no de otras, pero vale la pena pensar sobre todos los posibles puntos de vista desde el principio. Luego los reduce rápidamente, usando un razonamiento sólido.

¿Se trata el problema de una tasa excesiva de accidentes entre los conductores adolescentes? ¿O es más específicamente las muertes y heridos que ocurren como resultado de algunos de estos accidentes? Una variedad de factores pueden contribuir al problema: los programas de educación vial que no preparan adecuadamente a los adolescentes para un manejo no supervisado, un examen para licencias que no distingue a los adolescentes preparados de los no preparados, vehículos inseguros de segunda y tercera mano conducidos por adolescentes y adolescentes conduciendo en estado de intoxicación. Los distritos escolares pueden definir el problema como de alto costo de la educación vial. Los padres de los conductores adolescentes pueden definir el problema en términos del alto costo de asegurar su conductor adolescente responsable porque las tarifas de los seguros han sido infladas por los conductores adolescentes irresponsables. Enfrentando tal variedad de posibilidades, el analista debe definir y detallar el problema, asegurándose de que puede ser considerado por políticas sobre las que la autoridad normativa (normalmente su cliente) tiene control.

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