Tema 2: Lectura 2

Tomado de:

Health Policy: An Introduction to Process and Power

Políticas de salud: Una introducción sobre el proceso y el poder

Por Gill Walt

Capítulo 4:

Definición de la agenda: ¿quién influye en qué? pp. 61-63

CASO: "El desarrollo es el mejor anticonceptivo":

establecimiento de la agenda de planificación familiar

Hasta principios de los sesenta el interés por el crecimiento de la población estaba limitado a una comunidad de políticas relativamente pequeña y básicamente norteamericana. En 1965 el gobierno de los EEUU había asumido el liderazgo de esta red de protagonistas en población y estaba determinado a llevar el asunto del crecimiento poblacional a la agenda de políticas internacional. Veinte años después, en un giro dramático en las políticas, el gobierno de los EEUU se apartó del camino. ¿Qué tipo de política estuvo detrás de este cambio de políticas?

A mediados de los sesenta el gobierno de los EEUU jugó un papel activo de propugnación, estimulando a los países en desarrollo a adoptar políticas para reducir el crecimiento de la población (la India fue particularmente receptiva dada su numerosa y creciente población), llamando a participación a otros donantes occidentales y movilizando apoyo de las Naciones Unidas para la planificación familiar (que hasta entonces tenía una actitud cuidadosa hacia los temas de población). Las actividades en población fueron principalmente definidas como programas de planificación familiar, influenciadas por el advenimiento del anticonceptivo oral, que había sido probado en varios países en desarrollo y estaba siendo usada por más de un millón de mujeres en EEUU en 1965. Desde mediados de los sesenta el gobierno de los EEUU fue el principal donante de fondos, apoyo técnico y expertise para los programas de planificación familiar en el mundo.

A nivel internacional, el Presidente del Banco Mundial agregó su apoyo en 1968 diciendo que "la nube de la explosión poblacional" conduciría "a sufrimiento, violencia y falta de humanidad" a menos que se actuara (McNamara 1981: 35). El Banco Mundial estableció un Departamento de Proyectos de Población un año después y empezó a hacer préstamos para actividades en población a principios de los setenta. A esto se le unió la creación del Fondo de las Naciones Unidas para Actividades de Población (ahora conocidas como el Fondo de Población para las Naciones Unidas – UNFPA) en 1969 para canalizar recursos adicionales para actividades de población.

Sin embargo, poner el asunto en agenda en un paso. Mantenerlo ahí y traducir las políticas en la práctica, era otro. En la Conferencia de Población Mundial de Bucarest en 1974, los supuestos norteamericanos de que el tema de la población ya no era controversial y que las razones fundamentales para la planificación familiar habían sido aceptadas, quedaron por los suelos. En la conferencia no solo se reafirmó la naturaleza política del problema de la población, sino que países del Tercer Mundo redefinieron el problema dentro del contexto de cambios políticos y socioeconómicos mayores. Karan Sing, el Ministro de Salud de la India dijo "el desarrollo es el mejor anticonceptivo" (The Lancet 1992: 1155). Se dijo que los problemas de población eran síntomas de subdesarrollo, que a su vez era consecuencia del sistema internacional. En otras palabras, lo que se necesitaba no eran políticas de población sino un Nuevo Orden Económico Internacional.

El papel determinante de los medios fue parte de la historia. En 1974, los debates sobre población en la conferencia de Bucarest fueron cubiertos ampliamente por los medios masivos, dándoles un alto grado de visibilidad. A mediados de los setenta, el control de la natalidad todavía era un asunto controversial, aún en los países industrializados. Por ejemplo, en 1977 una película de televisión británica sobre actitudes públicas hacia la anticoncepción y diferentes métodos de control de la natalidad fue censurada en el último minuto porque la Corporación de Transmisión Británica temió que ofendiera al público (Karpf 1988: 165). Por tanto la cobertura de asuntos de población fue limitada por su cercana relación con el control natal, que todavía se veía como de interés privado más que público.

En la Conferencia Internacional de Población en México en 1984, la política y la ideología dirigió de nuevo el proceso de políticas. Los países en desarrollo seguían a favor de programas de desarrollo amplios que hicieran énfasis en la elección reproductiva. Sin embargo, el gobierno de los EEUU bajo la administración Reagan ahora tenía una perspectiva muy distinta sobre el crecimiento poblacional como un "fenómeno natural". Esta nueva posición sugería que una reducción de la intervención gubernamental en las políticas públicas promoverían el crecimiento económico y por tanto una caída en la fecundidad (Camp y Lasher 1989). El aumento de los grupos de interés pro-vida de derecha en los EEUU y un interés creciente en los derechos humanos individuales, tuvieron su peso para conducir al gobierno de Reagan a revertir su compromiso hacia los asuntos de población. Como dice Camp (1993): "Un cabildeo poderoso anti-aborto filtró una serie de concesiones importantes sobre políticas de ayuda para el tema de la población de la administración Reagan y luego coercionó a esa administración a vetar todo intento del congreso de revertirlos". De nuevo los medios jugaron un papel activo en atraer la atención del público a lo que llamaban "abortos forzados". En enero de 1985, una serie de artículos aparecieron en el Washington Post, una prestigioso periódico de EEUU, denunciando que las políticas de población de la China estaban "basadas en coerción, aborto irresponsable y la intromisión del estado en el más íntimo tema humano (Crane y Finkel 1989: 37).

Como resultado, el apoyo para la Federación Internacional de Paternidad Planeada (IPPF) el UNFPA fueron retiradas y la ayuda para el control de población se redujo significativamente. Aunque el Presidente Clinton revertió muchas de estas decisiones después de 1992 (EEUU contribuye nuevamente al UNFPA), el financiamiento de actividades de población es mucho menor que en los noventa que en las décadas anteriores. El papel de los EEUU en concientizar sobre el tema de la población, sin embargo, estaba aceptado desde los noventa. Una reunión en la India en 1992 para revisar 40 años de actividad de planificación familiar fue clausurada por Karan Sing, quien sugirió, revirtiendo su aforismo de Bucarest que "la anticoncepción es el mejor desarrollo" (The Lancet, 1992: 1155).

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